En el capítulo anterior se cubrían las investigaciones recientes sobre el gigante de las redes sociales TikTok, así como los verdaderos riesgos a la privacidad y seguridad personal que los usuarios deben conocer. A continuación, exploraremos sus riesgos potenciales desde una perspectiva de seguridad nacional. A un alto nivel, las autoridades como el gobierno de Estados Unidos, están preocupadas por dos cosas: la censura política y los mismos riesgos para la privacidad de los ciudadanos que se mencionaban en la Parte I del artículo, pero a escala nacional. Analicemos la realidad de estas preocupaciones.
La República Popular China (RPC) censura completamente el contenido dentro de sus fronteras. Su gobierno afirma que tiene el derecho legal de hacerlo, y que hacerlo no vulnera los derechos de los ciudadanos (una posición con la que muchos otros no estamos de acuerdo). Dicho esto, hemos crecido esperando que China limite esta censura dentro fronteras. Sin embargo, a medida que las empresas privadas chinas crecen a nivel mundial, otros gobiernos se preocupan, con razón, de si el gobierno chino podría ejercer su poder sobre las empresas locales para extender su censura a otros países, razón por la cual el gobierno de Estados Unidos se preocupa por TikTok.
Estas preocupaciones son comprensibles, y ha habido incidentes que han puesto en duda las políticas de TikTok. Por ejemplo, TikTok afirma que (al menos fuera de China) no censurará los vídeos políticos, mencionando específicamente los vídeos de protesta de Hong Kong. Sin embargo, hubo al menos un caso que pone en duda estas afirmaciones. Incidentes probados como estos deberían hacer que los usuarios hagan una pausa, pero hasta que no haya una amplia evidencia de censura fuera de las fronteras de China, no podemos desvincularnos de una marca global por completo.
A EE.UU. también le preocupa que el gobierno chino se haga con la enorme cantidad de información de usuarios que TikTok ha acumulado. No solo apps como TikTok tienen información sobre ti, sino que están recogiendo esos datos a escala de millones, o de cientos de millones en todo el mundo. Las agencias de inteligencia de cualquier gobierno temerían y codiciarían esa información. Este nivel de recopilación de datos podría dar a otros países inteligencia que pueden usar en contra de otros para cualquier cosa, desde propaganda dirigida a ataques técnicos.
Está claro que la preocupación del gobierno de EE.UU. por TikTok está justificada en algún nivel. El gobierno de China es bastante autoritario y puede ejercer, un mayor control sobre las empresas privadas dentro de sus fronteras. Dicho esto, el hecho de que puedan no significa que lo hagan o lo vayan a hacer. TikTok y marcas como esta son globales, por lo que necesitan mantener su reputación fuera de China o dondequiera que se encuentren para impulsar el crecimiento económico de su país. Si los usuarios de todo el mundo se enteraran de que un gobierno está haciendo un mal uso de una marca o un producto para su propio beneficio, probablemente lo abandonarían, lo que afecta tanto a la empresa como a los resultados de su país. Mientras tanto, todavía hay mucha hipocresía en juego cuando se trata de las investigaciones de TikTok hasta el momento.
Facebook, Google y Apple en EE.UU. tienen incluso más Información de Identificación Personal (PII) global, a una escala aún mayor. Mientras que los países democráticos no deberían ejercer control sobre una empresa privada para acceder a esos datos, las filtraciones de Snowden demuestran que incluso los países democráticos «de confianza» pueden ya estar tratando de hacer lo que tanto les preocupa que TikTok haga. En resumen, es hipócrita decir que no se puede confiar en TikTok porque es una empresa de propiedad china, y luego esperar que el resto del mundo confíe simplemente en las empresas de su país, que han recopilado océanos de datos del resto del mundo.
Posibles ramificaciones
¿Por qué debería importarme que un gobierno exprese preocupación o prohíba un producto que es propiedad de otro país (especialmente cuando dicho país es de hecho autoritario)? Esto se reduce a no tirar piedras sobre tu propio tejado. En una economía global, la confianza va en ambos sentidos. Si empezamos a prohibir el uso de ciertas apps porque desconfiamos del país en el que se encuentran, no deberíamos sorprendernos o molestarnos cuando otros países también comienzan a prohibir nuestras apps y servicios por las mismas razones. La sospecha no debería ser suficiente para una prohibición: debemos tener pruebas de irregularidades para apoyar cualquier tipo de acción contra las empresas con sede en el extranjero. De lo contrario, se corre el riesgo de intensificar las guerras comerciales que pueden perjudicar a todas las partes.
Propongo que nos concentremos en lo que podemos controlar, que es cómo las empresas deben comportarse y operar dentro de las fronteras de un país. Un buen ejemplo de esto es cuando la Unión Europea promulgó el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), que protege la privacidad de sus ciudadanos. La UE no alegó que el gobierno de EE.UU. podría tener acceso a todos los datos de Facebook y luego usar esos datos contra los ciudadanos de la UE. Más bien, hicieron leyes y reglamentos que se aplican a las empresas que operan dentro de sus fronteras, controlando dónde deben residir esos datos y quién puede tener acceso a ellos. Si alguna vez hay evidencia de una violación, entonces podría haber multas y repercusiones.
En lugar de causar una desconfianza generalizada hacia TikTok y apps similares de otros países sin mucha evidencia, creo que el gobierno de EE.UU. debería simplemente promulgar regulaciones más estrictas (como GDPR) que rijan la forma en que las empresas con sede en otros países pueden utilizar nuestros datos. De esta manera, si hubiera pruebas de alguna violación, EE.UU. podría ir más allá de las acusaciones, investigaciones e insinuaciones, con recursos legales para resolver el asunto. La adopción de este enfoque ayudará a promover la innovación continua, el crecimiento económico y las relaciones internacionales, al tiempo que nos permitirá evitar una guerra fría comercial innecesaria.
Corey Nachreiner
CTO de WatchGuard Technologies