Según el “Informe Especial ¿Quién le espía? Ninguna empresa está a salvo del ciberespionaje”, de Kaspersky Lab, incluso empresas muy pequeñas pueden convertirse en objetivo directo por la cantidad de información confidencial o valiosa que manejan, desde datos bancarios de clientes hasta información sobre proveedores e incluso datos que se pueden utilizar para contribuir a lanzar un ataque contra una empresa más grande. Las pymes deben saber que también están en situación de riesgo.
Para las pymes es fácil descartar las posibles amenazas de ciberespionaje y ciberterrorismo y creer equivocadamente que los riesgos solo afectan a los países y las grandes multinacionales. Esta falsa sensación de seguridad puede hacer que las empresas tengan una actitud demasiado relajada hacia la protección de sus sistemas y datos, lo que puede facilitar el camino a los ciberespías a la hora de lanzar sus ataques.
Además, a menudo los cibercriminales consideran a las pymes como una puerta de entrada para ataques contra empresas más grandes. Muchas pymes disfrutan de un estatus de «partner de confianza» de empresas importantes y los delincuentes están cada vez más dispuestos a sacar provecho de esas relaciones.
Tal y como concreta Kaspersky Lab, en 2011, la empresa de defensa estadounidense Lockheed Martin fue víctima de un importante ciberataque. El autor había atacado con anterioridad a dos de los proveedores de Lockheed Martin, uno de los cuales era RSA (una empresa de seguridad). Se cree que la información recopilada en estos dos ataques ayudó al autor a lanzar su ataque contra Lockheed Martin. Lockheed Martin detectó rápidamente el ataque y logró proteger sus sistemas y datos. No obstante, este ataque demuestra que se puede utilizar a terceros como puerta de entrada en los intentos de vulnerar la seguridad de grandes empresas.
Los organismos oficiales, ministerios de defensa y servicios de suministro (como electricidad, gas, redes o agua), además de grandes empresas prácticamente en todos los sectores de mercado tienen claro que pueden convertirse en objetivos prioritarios de los ciberataques. Por tanto, es probable que todas estas entidades hayan realizado inversiones en fuertes medidas de ciberseguridad.
Pero también es posible que muchas de las empresas que trabajan con ellas, como proveedores o contratistas, no tengan conocimientos suficientes sobre el panorama de amenazas moderno ni sobre lo que necesitan para garantizar la seguridad de su infraestructura TI. Esto crea oportunidades para que los atacantes accedan a su objetivo prioritario por medio de vulnerabilidades de seguridad en los sistemas de un proveedor o contratista de menor envergadura. Cualquier empresa, puede utilizarse como primera etapa en un ataque contra una multinacional.