Para luchar contra el ciberfraude no hay nada mejor que invertir en Investigación y Desarrollo. Esta es la política de la firma de seguridad Eset, quien ha decidido inaugurar 2017 con dos nuevos centros de estas características en Montreal (Canadá) y en la localidad rumana Iasi. Algo que el director de la compañía Juraj Malcho, asegura que servirá para estar siempre a la vanguardia de la detección de cualquier amenaza en el ciberespacio, asegurando la vida de sus usuarios y sus trabajos. Además, la compañía mejorará el soporte que ofrece a sus clientes con servicios como Eset Threat Intelligence, con el fin de que respondan de una manera más ágil a cualquier tipo de amenazas.
Esto ocurre tras un 2016 que se cerró con buenos resultados para la multinacional eslovaca y en el que contó con dos nuevas oficinas de venta y distribución en Reino Unido y Múnich (Alemania). El nuevo centro de Montreal es una ampliación de la oficina existente, fundada en el campus de la Universidad Politécnica de Montreal, en 2009, lugar en el que se realizó la investigación “Operación Windigo”, un ataque que afectó a unos 500.000 usuarios diariamente, utilizando unos 25.000 servidores UNIX secuestrados por un troyano. El informe realizado por esta oficina consiguió el premio Peter Szor a la mejor investigación técnica, en la XXIV Conferencia Internacional Virus Bulletin.
En cuanto a su entrada en el mercado rumano, Eset pretende dedicar a su nuevo centro el desarrollo de tecnologías core y backend. A esto puede contribuir el hecho de que la localidad cuenta con universidades muy avanzadas, con expertos formados en ciberseguridad, algo que cubre las necesidades de la compañía de crear equipos robustos e independientes que sean responsables de mantener las tecnologías existentes y desarrollar nuevas, asegura Malcho.
En todo el mundo la compañía cuenta con más de 1.300 profesionales.