La cadena hotelera vacacional FEGRUS Hotels, cuyos establecimientos de 3 y 4 estrellas se sitúan en las zonas turísticas más importantes de España, ha dado un paso más en su apuesta por el confort y la eficiencia, implantando una solución de gestión inteligente en el Hotel Mar Mediterrània de la población costera de Santa Susanna (Costa del Maresme, Barcelona). El establecimiento, con categoría cuatro estrellas superior, fue completamente remodelado durante el año 2013 apostando fuertemente por las nuevas tecnologías de control de instalaciones con el objetivo de ofrecer el más alto grado de confort a sus usuarios y lograr una destacada mejora en materia de mantenimiento, control y sostenibilidad medioambiental del propio edificio.
La cadena hotelera FERGUS Hotels demandaba para el establecimiento Mar Mediterrània una remodelación total basada en una solución completamente adaptada a sus necesidades y capaz de integrar el control de las diferentes instalaciones, optimizando principalmente el consumo energético y también el correcto mantenimiento del edificio. El edificio consta de siete plantas, 128 habitaciones de lujo, spa, piscina exterior y espacios comunes tales como dos comedores o bar terraza. Dadas sus características, su correcta gestión como edificio inteligente debía pasar por implantar un sistema global de control de las instalaciones de clima, iluminación, etc.
Para ello, Habitat PROjects, empresa encargada de desarrollar e implementar la solución, apostó por aplicar el control y gestión global del hotel mediante KNX, una tecnología que permite controlar y supervisar todas las instalaciones del edificio de una forma dinámica y muy funcional. El uso de KNX destaca en este proyecto por el control de las diferentes instalaciones en todo el edificio y la posibilidad de integrar ampliaciones futuras sin necesidad de hacer esfuerzos adicionales. Se controlan mediante KNX todas las funciones del edificio: desde el control de la climatización, la iluminación, los accesos, las alarmas, los consumos y las averías, hasta la creación de escenas de ambiente, programaciones horarias, funciones lógicas y secuencias de actuaciones, pasando por la posibilidad de realizar un control local o remoto y su visualización mediante Tablet, Smartphone u ordenador.
Para llevar a cabo esta solución, se han integrado gracias al protocolo KNX diferentes elementos sensores y actuadores. Entre ellos destacan los sensores de presencia, de temperatura y de luminosidad, así como relojes astronómicos y actuadores binarios para el control de luces, entre otros. Además, se puede monitorizar el estado de filtros, la temperatura de salida de los depósitos acumuladores, nivel de depósitos de sal o el estado de averías de climatización o en sistemas de generación de agua caliente sanitaria.
De esta manera, la iluminación, por ejemplo, se regula en función del horario, la luminosidad, la función que se le esté dando a la sala o la ocupación de la misma mediante sensores de presencia. Lo mismo ocurre con el control de la climatización, que se establece a partir del estado de las ventanas, la temperatura exterior, la ocupación de la habitación o la consigna de confort establecida. Otro ejemplo es el caso de los jardines, donde el riego se activa en relación a la meteorología y los horarios. Por otra parte, la gestión inteligente del edificio incluye la posibilidad de monitorizar el estado de todos los elementos del inmueble: desde los consumos de electricidad, agua y gas en las diferentes zonas, hasta el desgaste de las diferentes instalaciones del hotel por zonas, horas de uso, etc. También se pueden monitorizar y controlar todo tipo de averías y cruzar los datos de ocupación, temperatura, consumos, etc. con el fin de diagnosticar las causas de consumos excesivos y garantizar una mejora constante de la eficiencia energética.
La integración de todos estos equipos permite al edificio optimizar el uso de las instalaciones, reduciendo el consumo de forma continua. A nivel técnico, se consigue optimizar el uso de las instalaciones según las necesidades reales de los usuarios, teniendo en cuenta factores externos como el horario, presencia, luminosidad, temperatura exterior o el estado de las ventanas. En segundo lugar, facilita la supervisión en tiempo real de los consumos, la ocupación de plantas y habitaciones o el estado de todas las instalaciones. Finalmente, la gestión inteligente permite llevar a cabo un mantenimiento correctivo de todos los factores clave del edificio.