Último ejercicio fiscal como Vodafone España. La operadora acaba de dar a conocer sus resultados económicos correspondientes a su ejercicio fiscal 2024, finalizado el pasado mes de marzo, un periodo en el que, a nivel global, y sin tener en cuenta las ventas procedentes de Italia y de España, logró unos ingresos de 36.717 millones de euros, lo que supone una caída del 2,5 %. El beneficio operativo cayó un 74,6 %, hasta los 3.700 millones de euros. Según la operadora, esto “refleja principalmente la venta de empresas en el ejercicio anterior”.
Los ingresos de Vodafone España cayeron un 1,6 % situándose en los 3.800 millones de euros. Mención especial para la facturación obtenida por la parte de servicios, los cuales disminuyeron un 2,4 %. ¿Los motivos? «La continua competencia de precios en el segmento de valor de consumo, una menor base de clientes y una reducción de las tarifas de terminación de llamadas móviles”, señala la operadora.
Los menores ingresos por conectividad móvil han llevado a que la facturación por servicios de Vodafone Empresas se redujera en un 1,2 %, “debido a la competencia de precios en el segmento de clientes SoHo”. Durante el ejercicio fiscal, los ingresos “sólo se compensaron parcialmente por la buena demanda de servicios digitales para empresas, especialmente en el tercer trimestre”.
A pesar de las caídas, Vodafone España logró contener la “sangría” de hace un año en lo que a la parte de beneficio se refiere. Así, sólo perdió cinco millones de euros, un dato positivo si se tiene en cuenta que el año anterior las pérdidas se situaron en 340 millones de euros.
El pasado 31 de octubre, Vodafone anunció la venta de la filial española a Zegona por un total de 5.000 millones de euros. La operadora espera que la aprobación por parte de las autoridades españolas “sea inminente” y que la operación “se complete poco tiempo después” de el visto bueno de los organismos reguladores.
Una vez concluida la operación, Vodafone recibirá 4.100 millones de euros en efectivo y 900 millones de en forma de acciones preferentes reembolsables, que serán amortizadas en los próximos seis años después del cierre.