Arranca la Cumbre de Acción sobre Inteligencia Artificial, que se celebra entre hoy y mañana en París, con el objetivo de convertirse en el evento clave para la creación de los pilares científicos, soluciones y normativas que fomenten el desarrollo de la inteligencia artificial. Durante dos días representantes de 30 países debatirán sobre la mejor manera de garantizar que la IA beneficie al progreso colectivo y al interés general, en un contexto de creciente impacto de esta tecnología en la sociedad.
La Cumbre de París, la tercera que se realiza tras la celebradas en Reino Unido, en noviembre de 2023, y Corea del Sur, en mayo de 2024, se enfocará en alcanzar tres objetivos: garantizar que la IA sea accesible, independiente, segura y fiable para la mayor cantidad de personas posible; promover el desarrollo de inteligencias artificiales más respetuosas con el medio ambiente; y establecer una gobernanza mundial de la IA que sea eficaz e inclusiva, atendiendo a las necesidades y preocupaciones de todas las partes involucradas.
El programa está estructurado en torno a cinco ejes estratégicos. En primer lugar, se abordará cómo la IA puede ser utilizada en beneficio del interés público, asegurando que su desarrollo y aplicación favorezcan el bienestar colectivo de la sociedad. También se analizará el futuro del trabajo, prestando especial atención a cómo la IA transformará los mercados laborales y las medidas necesarias para garantizar una transición justa y equitativa. Además, se explorará el impacto de la IA en los sectores de la innovación y la cultura, buscando cómo estos pueden prosperar en un mundo cada vez más digital. Otro eje fundamental será garantizar una IA fiable, asegurando que las soluciones tecnológicas sean seguras, transparentes y confiables, con mecanismos claros de control y regulación. Finalmente, se tratará la gobernanza mundial de la IA, con el objetivo de diseñar un marco global que garantice su desarrollo ético y responsable, respetando las normativas y valores de cada región del mundo.
Estrategias divergentes
El desarrollo de la IA preocupa, y mucho, a las principales potencias mundiales. Así lo aseguró Emmanuel Macro, presidente de Francia, en unas declaraciones que recoge Reuters. “Existe el riesgo de que algunos decidían no tener reglas, y eso es peligroso, pero también existe el riesgo opuesto si en Europa se imponen demasiadas. No debemos tener miedo a la innovación”.
En los últimos meses, las noticias sobre el desarrollo de la inteligencia artificial no han dejado de multiplicarse, evidenciando la creciente divergencia en las estrategias para regular esta tecnología entre Estados Unidos, China y la Unión Europea. El año pasado, la UE aprobó la Ley de IA, el primer conjunto de normativas integrales a nivel mundial para regular la inteligencia artificial. Sin embargo, varios gigantes tecnológicos y algunas capitales europeas están presionando para que la implementación de estas reglas sea más flexible, mientras Bruselas trabaja en la finalización de un código de práctica complementario. En contraposición, el enfoque de «barra libre» adoptado por Trump ha fortalecido a los grupos tecnológicos estadounidenses, conocidos como las Big Tech, quienes son reacios a la regulación y de los cuales Europa depende para atraer inversión, según el grupo de expertos británico Chatham House. Por su parte, en China, DeepSeek desafió el liderazgo de Estados Unidos y el Reino Unido en el campo de la IA al distribuir gratuitamente un sistema de razonamiento similar al humano, lo que ha acelerado los esfuerzos de sus rivales geopolíticos e industriales.
Se espera que a la capital francesa acudan el vicepresidente de Estados Unidos, James David (JD) Vance; el viceprimer ministro de China, Zhang Guoqing; el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; o el primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis; además de los principales directivos de Alphabet, como su CEO Sundar Pichai, o el vicepresidente sénior de Google, James Manyika; o el CEO de OpenAI, Sam Altman.
En definitiva, la Cumbre de Acción sobre Inteligencia Artificial de 2025 promete ser un hito en el camino hacia una inteligencia artificial que no solo impulse la innovación, sino que también respete principios fundamentales como la sostenibilidad, la equidad y el bienestar global.