Tras la debacle sufrida ayer, parece que la jornada de hoy las tecnológicas se recuperan en bolsa. Así lo publica Reuters que, no obstante, destaca que éstas siguen siendo vulnerables a la irrupción de DeepSeek, una startup china que ha lanzado recientemente un asistente de IA gratuito que, según la empresa, promete eficiencia y bajo coste, utilizando menos datos que sus competidores y que ha provocado que los inversores cuestionen la altísima valoración y el dominio de los líderes en IA.
Una de las empresas más afectadas fue Nvidia quien vio como sus acciones cayeron un 17 %, lo que supuso una pérdida de 593.000 millones de dólares en un solo día. Casi 24 horas después, parece que la firma, al igual que otras compañías como Oracle o Palatir, recupera el terreno perdido.
El lanzamiento de la app de DeepSeek fue catalogado por Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, como de “modelo impresionante”, quien también destacó que “obviamente, ofrecemos modelos mucho mejores” pero destacó que la competencia siempre es positiva para impulsar la innovación.
El lanzamiento de DeepSeek y su rápida adopción desencadenaron una verdadera tormenta en los mercados financieros globales. La posibilidad de que una empresa china pudiera ofrecer soluciones de inteligencia artificial de alta calidad a un costo significativamente menor sacudió los cimientos del sector tecnológico. Los inversores, preocupados por la erosión de los márgenes de beneficio de las grandes empresas estadounidenses y por las implicaciones geopolíticas de esta nueva competencia, se apresuraron a deshacerse de sus acciones. La caída de los índices bursátiles fue generalizada, con sectores como el de los semiconductores y el de los centros de datos sufriendo las mayores pérdidas. La clausura de los principales mercados asiáticos por el Año Nuevo Lunar acentuó la volatilidad, dejando a los inversores occidentales expuestos a un mayor riesgo. Este evento marca un punto de inflexión en la carrera por la supremacía en inteligencia artificial, con profundas implicaciones para la economía global y la geopolítica.
Según los analistas consultados por Reuters la reciente caída del mercado ha puesto al descubierto la fragilidad de una burbuja especulativa alimentada por el optimismo hacia la inteligencia artificial. La inversión masiva en empresas tecnológicas, impulsada en gran medida por el éxito de ChatGPT, ha inflado artificialmente sus valoraciones. El aumento de 10 billones de dólares en el valor de mercado de las grandes tecnológicas en pocos meses es un claro ejemplo de esta euforia irracional, que ahora está siendo corregida.
No solo los fabricantes de chips y las empresas tecnológicas están sufriendo las consecuencias, sino también las compañías centradas en centros de datos.