España es el cuarto país del mundo en el que más se han incrementado los ciberataques durante la pandemia de la covid-19. El confinamiento ha obligado a los ciudadanos a trabajar desde sus casas, lo que a su vez ha supuesto un gran reto para las empresas, no solo para dotar de dispositivos a los empleados, sino también para implementar medidas de seguridad para el teletrabajo.
En este contexto, en el que la exposición ha aumentado, los expertos en ciberseguridad de IMF Institución Académica han advertido sobre la necesidad de seguir varias recomendaciones para evitar caer en las múltiples amenazas. Pautas como disponer de un servicio corporativo de conexión VPN a la red de la empresas para estar protegido por las infraestructuras de seguridad de la compañía. También se recomienda no compartir la clave wifi de casa o cambiarla por otra que use letras mayúsculas, minúsculas y números. Así como no mezclar las carpetas del trabajo con las personales en el sistema de ficheros del ordenador de casa.
Pero no solo el trabajo se ha trasladado a casas. Con los colegios cerrados el curso educativo ha tenido que proseguir su ritmo con una modalidad online nueva para casi todos. Esto ha implicado un mayor número de horas conectados, por un lado, por razones educativas. Y, por otro, para buscar formas de entretenimiento. El resultado ha sido un consumo de entre ocho y diez horas de Internet. Aquí se despierta la preocupación entre los padres sobre cómo reducir el tiempo de uso y la prevención de peligros digitales o ciberbullyng.
Otras de las principales vías de ataque son las redes sociales, cuyo uso ha aumentado un 15 % durante los meses de confinamiento. Este hecho ha sido aprovechado por los ciberdelincuentes para generar contenido fraudulento y conducir al usuario al engaño. Asimismo, muchos perfiles oficiales han sido hackeados o duplicados con la finalidad de obtener y robar información sensible a los usuarios.
Con este panorama, Internet ha demostrado su gran valor, incluso en situaciones tan complicadas como la pandemia de la covid-19. Una crisis en la que la tecnología y la conectividad a la red se han convertido en la tabla de salvación de la economía.