2022 será el año en el que los centros de datos apostarán, en mayor medida, por la sostenibilidad para luchar contra la crisis climática. Así lo aseguran desde Vertiv, con organizaciones que adoptarán estrategias energéticas sostenibles utilizando soluciones digitales que permiten el uso de energía 100 % renovable y, en consecuencia, habilitando un uso energético sostenible las 24 horas del día. Las pilas de combustible, los activos renovables y los sistemas de almacenamiento de energía de larga duración, incluidos los sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS) y las baterías de ión-litio, desempeñarán un papel fundamental a la hora de proporcionar resultados sostenibles, resistentes y fiables, aseguran. Sin olvidar la mayor demanda de sistemas de refrigeración de precisión que no utilizan agua.
A la hora de construir los nuevos centros de datos se tendrá en cuenta los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático. La fiabilidad y asequibilidad de la red, las temperaturas regionales, la disponibilidad de agua y de energía renovable y sostenible generada localmente, y las normativas que racionan la energía de las empresas de servicios públicos y limitan la cantidad de energía ofrecida a los centros de datos, también influirán en la toma de decisiones.
La inteligencia artificial cobrará mayor protagonismo ante el aumento de complejidad de las redes, el metaverso, las redes distribuidas, la necesidad de tomar decisiones en tiempo real… Así, la IA y el machine learning serán fundamentales para optimizar el rendimiento de las mismas, si bien desde Vertiv apuntan a que el crecimiento de la IA conllevará un aumento de la densidad de computación, de calor y una mayor adopción de refrigeración líquida. Las barreras de entrada harán que sea más importante la elección de los proveedores, las plataformas y los sistemas adecuados en los que confiar.
Llegan los centros de datos postpandemia con 2,9 gigavatios frente a los de 1,6 actuales en los que la mayor actividad se concentrará en el edge, por lo que habrá una mayor inversión en el edge.
Todo ello junto a una mayor integración. Integración que aportará una reducción de los costes de construcción y despliegue, gestión flexible de la capacidad, por poner algunos ejemplos.