El estudio “Crucial conversations: how to achieve CIO-CEO alignment in the era of AI”, publicado por Netskope (basado en entrevistas con CEO de todo el mundo y en un estudio cuantitativo con más de 200 CIO de Estados Unidos y Reino Unido) pone de relieve la importancia de la colaboración entre el CEO y el CIO en el camino hacia una adopción eficaz y estratégica de la IA, ya que hay una preocupante desconexión entre ambos perfiles directivos: el 39 % de los CIO afirma sentirse alejado de su CEO en la toma de decisiones, mientras que el 31 % reconoce no tener claro qué espera de ellos su director general. Como consecuencia, uno de cada tres CIO (34 %) asegura no sentirse facultado para tomar decisiones estratégicas de TI a largo plazo.
El estudio también destaca que el papel del CIO está evolucionando más allá del ámbito tecnológico. El 34 % de los directores de información declara estar ahora mucho más implicado en prioridades estratégicas ajenas a las TI que en el pasado. Cada vez más se les pide liderar iniciativas críticas vinculadas con la inteligencia artificial como la planificación del capital humano, la innovación digital o la resiliencia operativa en un entorno empresarial marcado por la volatilidad. Por otro lado, los CIO están cada vez más involucrados en la estrategia de recursos humanos, en especial en el contexto del uso de agentes de IA que complementan la mano de obra humana. Su función se amplía hacia la supervisión del rendimiento, la productividad y la ética de la IA, impactando directamente en el desarrollo de capacidades y en las políticas laborales de las organizaciones.
En cuanto a la inversión en infraestructura informática, más de un tercio de los CIO consideran que es suficiente, aunque el 41 % cree que debería incrementarse. Además, uno de cada cuatro (26 %) encuentra dificultades para obtener la aprobación de su CEO en proyectos de modernización y transformación digital.
Asimismo, el 37 % de los CIO considera que las habilidades tecnológicas han dejado de ser el factor más importante en su desempeño, y que hoy resulta más determinante la visión estratégica y la gestión de las partes interesadas.
Por su parte los CEO esperan que los CIO logren equilibrar la innovación y la adopción de la IA con el control de costes y riesgos. En este sentido, se pide a los directivos tecnológicos que mantengan un enfoque pragmático, centrado en los resultados empresariales, y que aseguren un despliegue responsable de las tecnologías emergentes. Su papel es clave para identificar casos de uso, reducir costes y garantizar la gobernanza y la ética desde el inicio.
Para Mike Anderson, chief digital and information officer de Netskope, “El papel del CIO está evolucionando más rápido de lo que muchas organizaciones pueden seguir”. Según Anderson, los directivos tecnológicos están asumiendo funciones operativas y empresariales inéditas hace apenas unos años, pero muchos no se sienten alineados con sus CEO ni con poder suficiente para decidir a largo plazo. “Los conocimientos técnicos ya no son suficientes. Los CIO deben hablar el lenguaje del negocio, construir relaciones con las partes interesadas y convertirse en socios estratégicos de la alta dirección”, apunta.











