A pesar de todo, llega la Navidad. Se abre paso entre la pandemia, restricciones, sin besos ni abrazos… Pero vuelve. Y la veremos con otros ojos, los de la añoranza.
Este es un buen momento para reflexionar sobre todos los años en los que no la vivimos como merecía. Épocas en las que no supimos valorar la importancia de compartir este momento con aquellos a quienes queremos.
Tal vez a partir de ahora la Navidad no sea solo un trámite que cumplir y su espíritu vuelva a embriagarnos.
Feliz Navidad.