Interxion e IDC han realizado un estudio sobre las consecuencias a corto y largo plazo de la covid-19 sobre el gasto en TI en las industrias. En el informe también se sugiere cómo se deberían adaptar las empresas a esta crisis. El impacto de la pandemia afectará de manera diferente a todas las industrias. Sin embargo, los servicios de transporte y ocio serán los sectores más afectados debido a la disminución del turismo a causa de los bloqueos.
En estos meses la covid-19 ha afectado a todas las empresas europeas de diferentes maneras, obligando a muchas organizaciones a rediseñar su forma de trabajar, a cerrar y presionando a muchas otras. El transporte está pasando por tiempos difíciles e IDC espera que la industria cambie su enfoque de la innovación impulsada por TI a la rentabilidad. Del mismo modo, con los restaurantes y centros de ocio cerrados, los servicios personales y de consumo se centrarán en la comunicación a través de canales digitales de bajo coste.
En cuanto a la atención sanitaria se espera un gasto de 23 mil millones de dólares en TIC durante 2020. Muchas de estas inversiones permitirán fortalecer las capacidades digitales de las UCIs, reducir el tiempo de diagnóstico, automatizar las pruebas y realizar consultas con paciente de forma remota. Por su parte el gobierno y la educación están utilizando la tecnología para gestionar la crisis, por lo que el gasto en TIC llegará a los 93 mil millones de dólares durante este año.
El impacto de la pandemia en las finanzas será leve a corto plazo, pero se avecinan impagos, una desaceleración en los préstamos bancarios y exenciones de reembolso de préstamos que afectarán a sus resultados a largo plazo. La situación actual impulsará la proliferación de servicios digitales y obligará a las instituciones financieras a invertir más en infraestructuras TI. Así como priorizar la migración a la nube de cargas de trabajo críticas y modernizar las aplicaciones existentes.
La covid-19 afectará en menor medida al sector de las telecomunicaciones ya que habrá algunas oportunidades positivas. Como por ejemplo la creciente demanda de conectividad que aumentará los ingresos de las compañías de telecomunicaciones a medida que el teletrabajo se acelere. Asimismo, las empresas harán más inversiones para adaptarse al trabajo en remoto. Sin embargo, los ingresos de los medios de publicidad digital disminuirán.