En la presentación de las predicciones tecnológicas de IDC para 2023 Jorge Gil, director general en España de la consultora, ha destacado que tras la salida de la pandemia de la mayor parte de los países, la escasez de suministro, la falta de talento y la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha derivado en la inflación, nos ha llevado a una incertidumbre económica y un pesimismo que varía en función de las regiones del mundo. Sin embargo en IDC estiman que para el año 2023 el gasto en TI en España superará los 53.000 millones de euros. El directivo subrayó, además, que las organizaciones en este momento tienen muy en cuenta el ROI de las inversiones que están llevando a cabo.
José Antonio Cano, director de análisis de la consultora, ha señalado que la particularidad para el año que viene vendrá de la mano del concepto de plataformas ágiles digitales resilientes componibles y aplicadas a la industria. Recuerda que la transformación de la infraestructura hacia la infraestructura digital es un paso que ya se ha iniciado en 2022. La diferencia con 2023 residirá a la hora de combinar de una manera inteligente SaaS, IaaS, PaaS con funcionalidades adaptadas específicas de cada sector para evitar los cortes de suministro y facilitar el incesante flujo de interrupciones que pueda tener la industria, comenta.
Otra de sus predicciones pasa por una mayor utilización de la IA multimodal, con el fin de lograr una mayor eficiencia en la toma de decisiones en toda la organización.
En cuanto al gasto en el puesto de trabajo crecerá un 18 % el año que viene, situándose por delante de Europa, avanzó. Un puesto de trabajo que estará condicionado por dos grandes vectores: la falta de skills para manejar este proceso de cambio y la experiencia del empleado. Impulsados por la escasez de competencias, los CIO que inviertan en plataformas de adopción digital y tecnologías de aprendizaje automatizado verán un aumento del 40 % en la productividad en 2025, proporcionando una mayor velocidad a la experiencia del empleado.
En la parte de sostenibilidad las inversiones sobre todo vendrán de las soluciones de seguimiento de la huella de carbono. En 2026, el rendimiento ESG se considerará uno de los tres principales factores de decisión para la compra de equipos informáticos y más del 50 % de las licitaciones incluirán métricas relativas a las emisiones de carbono, el uso de materiales y las condiciones laborales.
En cuanto a la seguridad vamos a encontrar un problema en el ámbito de la IA ya que si por un lado esta permite llevar a cabo una seguridad preventiva, de ciberresiliencia, por otro la IA hará que el número de ataques de deepfake se multipliquen, comprometiendo sobre todo a la seguridad multifactor. Desde IDC esperan que el 60 % de las principales empresas europeas aumente su gasto anual en ciberresiliencia en un 20 % para proteger sus inversiones digitales contra el ciber riesgo, lo que supondrá un gasto adicional de 5.900 millones de euros en seguridad en 2024.
Para 2026 el 30 % de las grandes organizaciones empresariales migrará a centros de operaciones de seguridad autónomos a los que accederán equipos distribuidos para agilizar la reparación, la gestión de incidentes y respuesta a amenazas.
Ahondando más en profundidad, Cano ha señalado que el cloud seguirá creciendo a dos dígitos hasta 2026, sobre todo en la mediana empresa. Y que el paso a la nube pública sigue pasando por la nube híbrida. En España el 45 % de las organizaciones reconoce tener una estrategia de nube híbrida. El 90 % tienen una o varias nubes. Y el 30 % de las aplicaciones están corriendo en nube híbrida. El problema es que cada entorno de nube viene con su propia herramienta de supervisión y monitorización, por lo que se tarda más tiempo en recolectar todos los datos para entregar la foto de lo que está sucediendo en cada momento. Esto nos trae otra tendencia para 2023: la observabilidad extremo a extremo. El 56 % de las organizaciones en Europa ya demanda este tipo de soluciones, por lo que la adopción de FinOps se establecerá en las organizaciones por fases. FinOps como cambio de cultura centrado en las personas, los procesos y la colaboración. Por tanto, las complejidades del negocio digital y las presiones presupuestarias de TI impulsarán al 70 % de las empresas del G1000 a aumentar la madurez de FinOps con devoluciones de cargos granulares, evaluación comparativa y optimización de múltiples nubes en 2024.
IDC predice también que para 2026 el 40 % de los modelos de inteligencia artificial incorporarán múltiples modalidades de datos para mejorar la eficacia del aprendizaje y resolver las actuales deficiencias de conocimiento cotidiano en las soluciones de IA de una sola modalidad.
La última predicción va orientada al CIO. Ante un año de incertidumbre se requieren iniciativas para reducir el gasto de TI o ser más eficientes en el gasto que estamos teniendo en tecnología. Por ello propone mejorar la implantación de FinOps, mejorar la negociación de los contratos sobre todo en todo lo relativo al cloud, evitar duplicidades para mejorar la eficiencia del gasto y hacer un reajuste del OPEX duradero para planificar mejor a largo plazo.
Y todo ello sin olvidar el próximo salto a la economía digital: la Web 3.0 que marca el camino de lo que está por venir con blockchain como habilitador, sobre todo en la parte de transformación digital, de seguridad, etc. En 2026, una de cada tres empresas destinará recursos a la formación de sus empleados relacionada con la Web3, el blockchain y el metaverso, concluye Cano.