Con frecuencia las infraestructuras de almacenamiento adolecen de ineficiencias que son evitables: complejidad en la gestión, falta de agilidad, falta de capacidad, problemas de disponibilidad o rendimiento, escasez de funcionalidades…
La consolidación del almacenamiento resuelve muchos de estos problemas, ya que permite reevaluar decisiones pasadas y diseñar infraestructuras modernas. Y si bien aún existen reticencias entre los CIOs en aspectos como la disponibilidad o el modelo de costes, éstos y otros muchos apartados, en realidad, están ya más que superados.
Comencemos por los retos, en su mayoría derivados de la necesidad de manejar enormes volúmenes de datos: desde falta de agilidad, de disponibilidad, de rendimiento, falta de capacidad, falta de skills, limitaciones presupuestarias, etc. La respuesta a todos ellos puede estar en la consolidación del almacenamiento.
El modelo está basado en una metodología que hace económicamente viable cambiar de los sistemas de doble controladora –los más comunes en la actualidad– a sistemas multi-controladora. Y, si analizamos en profundidad las bases de dicho modelo, los beneficios respecto a los sistemas de doble controladora están más que claros. Los sistemas multi-controladora pueden proveer de manera efectiva un nivel de disponibilidad del datos del 100% y mayores niveles de tolerancia a fallos, pero también actualizaciones de software no disruptivas y más fiables. Algunos de estos sistemas, además, utilizan inteligencia artificial para decidir por sí mismos donde ubicar los datos, lo que aumenta la eficiencia.
El primer beneficio que se percibe, en cualquier caso, es la simplificación de las topologías de la infraestructura. Al reducir el número de sistemas a administrar, se reduce la probabilidad de configuraciones erróneas, lo que contribuye a su vez a disminuir los tiempos de inactividad no planificada. Asimismo, posibilita que haya volúmenes más grandes de capacidad libre, lo que incrementa la eficiencia. Por último, reduce la frecuencia de las actividades de mantenimiento, así como los requisitos de energía y refrigeración al disminuir el número de controladoras y puertos en la infraestructura SAN.
Respuesta ante fallos de hardware
Los fallos en las controladoras no suelen ser eventos críticos, y simplemente impactan en los sistemas con reducciones en el rendimiento (IOPS), en el ancho de banda (Gbps) o en el tiempo de respuesta (miliseg.), pero no con pérdidas de accesibilidad o de integridad de los datos. Esto significa que el número de fallos en las controladoras es inversamente proporcional al número de controladoras activas.
Un fallo en una controladora de un sistema de doble controladora (activo/activo) podría disminuir el rendimiento hasta en un 50% o más, por ejemplo si obliga a la controladora activa a cambiar el modo de caché de “Write-in” a “Write-through”. Y así proporcionalmente: para tres controladoras, un tercio; en un sistema de cuatro controladoras, un 25%, y así sucesivamente… Aquellos usuarios que cuentan con margen de rendimiento de entre un 25 y un 30%, rara vez notarán el fallo. Este margen, por tanto, es sumamente valioso, ya que permite que los sistemas toleren sin problemas los fallos del hardware, y mejora la disponibilidad al “ocultar” errores del software que solo se muestran si el sistema experimenta un estrés máximo.
Costes de adquisición y de propiedad
La competencia entre los proveedores de almacenamiento on premises y los proveedores de nube ha erosionado la capacidad de los primeros para controlar el pricing de los HDD y SSD instalados en sus sistemas. Como consecuencia de ello, las principales diferencias en los costes de adquisición y propiedad entre los sistemas de doble controladora y las arquitecturas multi-controladora vendrán condicionadas por las diferencias en los costes de la controladora, el mantenimiento del hardware y los costes de licencia del software. Por lo tanto, las diferencias de coste entre ambos sistemas se reducen a medida que crecen las necesidades de capacidad de almacenamiento, especialmente a escala Petabyte.
En conclusión, los sistemas multi-controladora ofrecen una mayor disponibilidad, niveles más altos de tolerancia a fallos y actualizaciones no disruptivas y más fiables que los sistemas de doble controladora. A escala Petabyte, la consolidación del almacenamiento en arrays de este tipo puede ser la decisión más idónea, especialmente si el fabricante se ocupa de la configuración del sistema y la migración de los datos, y se incluyen también elementos como la capacidad bajo demanda y modelos de precios elásticos, basados en el consumo flexible.
Israel Serrano
Country Manager de Infinidat Iberia