La voz es una característica personal única e intransferible. Esto se debe a que el instrumento que genera la voz es diferente en cada uno de nosotros. Este instrumento es el encargado de modificar las ondas sonoras, que se generan con la vibración de las cuerdas vocales al hablar, en su camino al exterior. Por eso cada voz cuenta con unas características particulares imposibles de imitar.
El hecho de que la voz no pueda ser suplantada puede convertir a las aplicaciones de biometría de voz en el arma definitiva para acabar con la usurpación de identidad. Carlos Gavilán, director de desarrollo de negocio de Biometric Vox, empresa española especializa en herramientas de inteligencia artificial aplicadas a la voz, nos cuenta cómo han conseguido, a través de sus tecnologías propias, separar la parte variable de la voz de la parte fija para garantizar la protección de la información.