Bull se ha adherido a la plataforma Bioinformatics Barcelona (BIB), que reúne a 44 entidades del sistema de investigación e industrial catalán, entre ellas 10 universidades, 13 centros de investigación e institutos hospitalarios, 3 grandes infraestructuras y 12 empresas farmacéuticas e informáticas.
A través de su Plan Estratégico, presentado el pasado 22 de abril en un acto presidido por el secretario de universidades e investigación, el BIB quiere convertirse un punto de encuentro y facilitador de iniciativas que dé respuesta a las necesidades de la comunidad bioinformática. El BIB aprovechará su masa crítica de investigadores reconocidos internacionalmente, las infraestructuras computacionales disponibles, y la creciente red de empresas biotecnológicas para convertirse en una plataforma de referencia internacional.
Las prioridades de este Plan están orientadas a aumentar la visibilidad de la Bioinformática como disciplina clave, impulsar una formación de calidad adecuada a las necesidades del ámbito, promover la colaboración interna y externa, la investigación y la transferencia del conocimiento, y favorecer la internacionalización. Este plan concreta las acciones a realizar en los próximos años y es el resultado de un proceso de consulta y diálogo llevado a cabo entre todos los sectores implicados en el campo de la bioinformática, entendida ésta como la aplicación de las ciencias computacionales al tratamiento de datos biológicos.
Visibilidad
La Plataforma se posicionará como un clúster a nivel mundial poniendo de manifiesto el potencial del conjunto de entidades participantes. Con este fin, el BIB desarrollará un portal bioinformático. Además planificará, organizará e impulsará cursos, seminarios, conferencias y congresos de ámbito internacional, desarrollará acciones de difusión entre los investigadores sobre la importancia de la bioinformática, promoverá estándares de calidad y realizará acciones de orientación universitaria. A fecha de hoy, Cataluña cuenta con una potente red empresarial en el ámbito sanitario, agroalimentario y biotecnológico, un sistema de búsqueda de excelencia, universidades internacionales de referencia y más de 400 grupos de investigación trabajando en ciencias de la vida, todos ellos potenciales usuarios de la bioinformática.
Formación
El BIB incide en la importancia de la formación y apuesta claramente por impulsar un único Grado en Bioinformática en el sistema universitario catalán. Esta propuesta estará enmarcada dentro de un catálogo de programas formativos que cubrirá desde la formación profesional hasta los doctorados industriales. La plataforma resalta la necesidad de formar expertos en los conocimientos y destrezas que se requieren para hacer bioinformática ya que la disponibilidad de estos especialistas potenciará el avance de la investigación y la transferencia de conocimiento y tecnología.
Colaboración
El BIB fomentará la colaboración entre los ámbitos académicos, sanitarios e industriales para que las instituciones del ecosistema bioinformático vayan más allá de los límites internos de sus organizaciones y generen conocimiento de impacto socioeconómico. La plataforma jugará el rol de facilitador de iniciativas de docencia, investigación y transferencia entre ofertantes y demandados de los diversos ámbitos.
Investigación y transferencia de conocimiento
En este eje el BIB actuará como catalizador de iniciativas que favorezcan la transferencia de nuevos conocimientos y tecnologías de impacto socioeconómico. Por ejemplo facilitará un catálogo de servicios, plataformas bioinformáticas e infraestructuras abierto a todos los agentes del ámbito, estimulará el emprendimiento y potenciará la atracción de talento investigador para las instituciones.
Internacionalización
Por otra parte, el BIB ha anunciado que optará a diferentes convocatorias públicas y privadas de financiación en el periodo 2014-2016, principalmente europeas, como ahora en el programa Horizon 2020.
La bioinformática ha sido identificada como uno de los grandes retos científicos y tecnológicos para los próximos años. Se aplica a todos los ámbitos de las ciencias de la vida y tiene un profundo impacto en campos tan diversos como la sanidad, la industria, el medio ambiente, la energía o la biotecnología, así como en el mundo de la computación de altas prestaciones para el análisis de grandes volúmenes de datos. De la aplicación de estos nuevos conocimientos y tecnologías, se espera una nueva generación de recursos, bienes y servicios con impacto en el sector sanitario, como puede ser la medicina personalizada.
El BIB está presidido por Ana Ripoll, catedrática de Arquitectura y Tecnología de Computadores y ex rectora de la UAB, y cuenta con la dirección científica de Ferran Sanz, catedrático de Informática Biomédica de la UPF y director del programa de Investigación en Informática Biomédica GRIB (UPF- IMIM).