Esta es la nueva línea de productos que Fibernet, empresa especializada en el desarrollo y la fabricación de productos con tecnología de equipamiento y supervisión por fibra óptica, ha lanzado, ante el gran número de organizaciones que requieren nuevos servicios globales de red. ¿Qué está provocando este aumento? La adopción de servicios en la nube, fundamentalmente, al tiempo que también están cobrando importancia los sistemas críticos de control. Unos sistemas que cuentan con elementos complejos y con un gran número de variables de entorno, que hay que controlar para evitar interrupciones en los procesos de operación.
Desde Fibernet consideran que el futuro estará dominado por “autopistas ópticas”: redes malladas de fibra para conectar todo con todo a gran velocidad. Y junto a estas mallas de fibra una serie de dispositivos tomando datos de diferentes parámetros del entorno, con el fin de favorecer a unas ciudades más sostenibles y con una mejor calidad de vida para sus habitantes.
Con el fin de formar parte de esta revolución, apoyándose en Fibernova, empresa de fotónica perteneciente al grupo, la compañía lanza estos sensores que presentan varias ventajas frente a los sensores ópticos activos como un tamaño más reducido, con componentes que contienen materiales aislantes. Además no se calientan y son inmunes a interferencias electromagnéticas, por lo que son muy recomendables para entornos críticos, entornos de alta tensión…También cubren distancias mayores y un mantenimiento sencillo de alto MTBF.
Su tecnología está basada en redes de bragg, perturbaciones periódicas del índice de refracción del núcleo de una fibra. A través de las fibras se sensan distintas longitudes de onda en función del parámetro físico que se desea medir.
Otras dos técnicas que se usan son la basada en la estimulación de brillouin, enfocada a distancias de más de 50 km y por último, la detección de los cambios de polarización de la luz en el transporte a través de la fibra.