La voz es una señal de ondas electromagnéticas analógica. Con la telefonía IP, ésta se transmite y procesa por dispositivos y software en paquetes de datos digitales. Con la tecnología de voz IP se puede transmitir más de una llamada sobre la misma línea telefónica, facilitando el proceso de aumentar o disminuir líneas telefónicas en función de las necesidades cambiantes de la empresa. Todo lo contrario de lo que sucede con la telefonía analógica tradicional. Por otro lado, la telefonía IP también facilita la implementación de funcionalidades que normalmente son facturadas con cargo extra por las compañías de teléfonos como la identificación de la persona que llama, la transferencia de llamadas o el remarcado automático. Además, posibilita unificar las distintas comunicaciones de la empresa, ya que permite la integración de otros servicios disponibles en Internet como el vídeo o los mensajes instantáneos.
Ventajas
Una de las ventajas clave de la telefonía IP es que facilita claramente la movilidad de los trabajadores dentro y fuera de la empresa. Si un trabajador tiene que moverse de despacho o de sucursal, llevar su extensión a su nueva posición requerirá un mínimo cambio en la configuración, y en la mayoría de los casos, lo podrá realizar el propio usuario. Además, los trabajadores que tienen que desplazarse frecuentemente, como es el caso de los comerciales, disponen de su extensión en cualquier parte del mundo siempre que tengan una conexión a Internet, pudiendo recibir y realizar llamadas.
Las empresas que apuestan por la telefonía IP frente a la telefonía tradicional reducen las inversiones en equipamiento, en costes operativos y en mantenimiento al simplificar las infraestructuras en una única red de voz y por lo más significativo: los consumos de voz son menores y predecibles. La telefonía IP aprovecha las conexiones de datos que existen entre las distintas sucursales, ya sean conexiones normales a Internet o a Redes Privadas Virtuales. Al tratar la voz como un dato, las llamadas entre las distintas sucursales se realizan utilizando estas conexiones. De esta forma, las empresas pueden evitar los costes de facturación y las cuotas de abono mensuales de las líneas arrendadas de voz que conectan las sucursales.
Fácil de instalar
Para disponer de la telefonía IP en la empresa solo se requiere instalar la red local de datos –con la que la mayoría de organizaciones ya cuentan- y configurar la centralita IP de manera que sea parte integrante de la red de datos mediante una interfaz Web accesible desde cualquier dispositivo. Esta configuración es simple e intuitiva, de forma que las tareas de mantenimiento típicas como la agregación de usuarios o el cambio de extensiones las podrá hacer el usuario directamente, sin necesidad de un equipo técnico especializado.
José María Torres
Presidente de Numintec