Si tuviera que decir una frase que resuma el objetivo de las empresas para hacer frente a las demandas de un mundo dominado por la tecnología sería ésta: “Buscar el mejor producto, al mejor precio”.
Y es que, si hablamos de la inversión en tecnología, es inevitable pensar que, tradicionalmente, ha estado regida por el ahorro de costes y por la eficiencia de producir más con los mismos o, incluso, con menos recursos. Pero los tiempos han cambiado y el cloud computing ha revolucionado la manera en que las compañías adquieren y consumen servicios de TI.
Evidentemente, el principal factor de cambio está relacionado con el coste: hemos pasado de enfocarnos solo en la inversión inicial que representa la adquisición de una nueva tecnología a un enfoque de coste más holístico, donde las variables de calidad juegan un papel clave. Pero más allá de estas características, los usuarios de hoy en día deberían buscar la capacidad de medir cómo estos sistemas garantizan el cumplimiento de los objetivos estratégicos del negocio y sus resultados. Es decir, los clientes deberían valorar un software que permita:
- Ayudar al crecimiento orgánico e inorgánico de la empresa.
- Ofrecer información detallada sobre los gastos económicos de la organización.
- Comparar la compañía con otras de tamaño similar, dentro del mismo sector.
- Ayudar a localizar el mejor talento y asegurar una gran experiencia de usuario para los candidatos.
El secreto para redefinir el valor que proporciona un software pasa por entender por completo qué supone tenerlo, incluyendo aspectos como su implementación, el uso y su valor añadido. Gracias a nuestra amplia experiencia, en Workday ayudamos a las organizaciones a entender por qué el cambio puede ser necesario en un determinado momento, a llevar a cabo un análisis profundo de la relación coste-beneficio y a saber cómo se diferencian entre sí las distintas soluciones del mercado. Las compañías tecnológicas necesitan centrarse en el valor a largo plazo, y no solo en el escenario del momento en que se produce el acuerdo.
Identificar los factores clave que deben ser medidos
Es importante que los usuarios entiendan el valor de la tecnología en términos pragmáticos, y no solo utilizando los parámetros tradicionales del sector. En este sentido, nosotros proponemos enfocarnos en tres aspectos fundamentales:
- Coste total de Propiedad: Hay costes que pueden ser eliminados u optimizados a través de una nueva solución, no solo en términos de costes de suscripción y despliegue, sino en relación a la gestión diaria de la solución.
- Mejoras en la eficiencia y productividad: la solución software debe ayudar a la eficiencia de departamentos clave como finanzas, RR.HH. o TI, proporcionando un único sistema para que los directivos puedan obtener datos precisos de forma rápida y en tiempo real, con el objetico de facilitar la toma de decisiones.
- Eficacia del negocio: Los CEO recurren cada vez más a la ayuda de los responsables de finanzas y recursos humanos para definir la dirección y estrategia del negocio. Mientras que el financiero combina sus responsabilidades tradicionales con el análisis de datos que propicia el crecimiento del negocio, los líderes de RR.HH. pueden demostrar su verdadera importancia si cuentan con los datos necesarios para mantener y captar al mejor talento.
En conclusión, medir el valor del negocio no tiene por qué ser una tarea compleja, especialmente si hablamos de un mundo envuelto por el cloud computing. Simplemente es necesario realizar un análisis adecuado desde un punto de vista más contextualizado. Es por esto que las empresas deben pensar en un producto que no solo garantice el cambio a la nube, sino que también proporcione un continuo valor al negocio en el futuro.
Andrés García-Arroyo
Country manager de Workday Iberia