Aunque lo ideal es que las empresas vayan aumentando de tamaño, lo cierto es que las medianas compañías no lo están pasando bien, a camino entre las grandes, que cuentan con los recursos necesarios para seguir adelante y las pequeñas que disponen de ayudas para poder subsistir. Y en este caminar por la senda del mercado, ellas, las medianas, unas 75.000 en Europa, pierden unos 4,8 millones de euros al año, según un informe realizado por Ricoh. Y es que, aunque el 78 % de las mismas considera que trabajan para ser grandes marcas, no reciben del Gobierno el apoyo necesario para crecer en Europa y tampoco pueden acceder a financiación con agilidad, lo que les impide competir con otros países del entorno europeo, ámbito del que un 40% cree que llega la competencia más feroz.
La falta de financiación, que conlleva no poder adquirir la tecnología adecuada, no es el único obstáculo al que tienen que enfrentarse. También se quejan de la compleja y costosa regulación, así como de la complejidad para atraer el talento a sus organizaciones. Así lo asegura el 93 % de las empresas consultadas. Es más, el 22 % de las empresas españolas encuestas creen que sin estas barreras sus ingresos podrían haber sido un 20 % mayores.
¿Qué hacer?
La solución pasaría porque el 30 % de estas compañías aplique tecnologías digitales para crecer y convertirse en grandes marcas, según la investigación realizada por Ricoh, algo fundamental para conseguir embolsarse los ingresos que pierden cada año. Así, la facturación digital para facilitar los pagos o la automatización de la oficina, conseguirían ayudarles a avanzar en estos logros.
Entre sus prioridades deberían estar innovar procesos y usar la tecnología para hacer crecer el negocio; incrementar la productividad de los empleados y lanzar al mercado nuevos productos y servicios, según este estudio en el que han participado 125 medianas empresas españolas pertenecientes a todos los sectores de actividad, en su mayoría con facturaciones de entre 6 y 32 millones de euros.
Los responsables de las empresas españolas muestran su preocupación por gestionar el crecimiento de sus compañías; reducir costes e identificar nuevos negocios, siempre sin dejar de impulsar la actividad de su negocio principal.
De los encuestados españoles que destacaron como máxima prioridad innovar en procesos, el 78% considera que su compañía tiene grandes posibilidades de conseguirlo, frente al 17% que lo ve poco probable. Y de las que ven como clave el incremento de la productividad para su crecimiento en los próximos años, el 92% ve factible lograrlo. Por su parte, las que consideran como prioritario el lanzamiento de nuevos productos y servicios consideran en un 74% que pueden conseguirlo.
Y es que, tal y como las empresas encuestadas afirman, si se invirtiera más en tecnología se podría llegar hasta nuevas geografías, transformarse en un negocio con mayor movilidad; optimizar la experiencia de cliente y aumentar la fidelidad de los mismos.