La retención del talento se ha convertido en uno de los mayores quebraderos de cabeza para las empresas. Los nuevos trabajadores se rigen por otras normas, por lo que las organizaciones tienen que cambiar su mentalidad y dar a sus trabajadores aquello que necesitan.
Conciliar la vida personal con la laboral es una de sus máximas prioridades. Pero más allá de esto, necesitan ser escuchados, aprender, sentirse valorados…
Atrás quedó el presencialismo. Ahora la clave está en confiar en los trabajadores. Estas son algunas de las características que se destacan en esta videografía, elaborada en base a los datos aportados por PageGroup.