Las altas temperaturas que se están alcanzando estos días afectan a muchos aparatos electrónicos como móviles, tabletas o portátiles. Por eso, Toni Pérez y Josep Jorba, expertos de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, dan una serie de consejos que habría que tener en cuenta en medio de la actual ola de calor.
1. No solo el frío afecta a los aparatos electrónicos
Lo primero de todo es dejar de pensar en la errónea idea de que lo único que afecta a nuestros aparatos electrónicos son las bajas temperaturas. Según los expertos, confiamos demasiado en que nuestros dispositivos son capaces de soportar altas temperaturas, incluso por encima de las que podrían aguantar las personas, pero no es más que un exceso de confianza. Los dispositivos electrónicos pueden tener importantes problemas si se sobreexponen al calor, por ejemplo, pueden llegar a no encenderse porque superen la temperatura óptima para su funcionamiento, pueden estallar las pantallas, caerse la batería igual que a temperaturas bajo cero o, en casos extremos, pueden llegar a desoldarse piezas de su interior.
2. Preocuparnos por saber por dónde ventilan nuestros dispositivos
Es importante conocer nuestros dispositivos, sobre todo para evitar un recalentamiento de los mismos. En los teléfonos móviles es más complejo, puesto que la inmensa mayoría no cuenta con ventiladores para refrigerar. Sin embargo, videoconsolas, portátiles y sobremesas tienen ranuras o rejillas de ventilación – e incluso ventiladores perfectamente visibles – que no debemos obstruir bajo ningún concepto.
Delante de estas rejillas de ventilación no debemos poner nada para que nuestro equipo pueda recoger el aire frío que refrescará sus circuitos y expulsar el aire caliente sin que ningún objeto lo impida. Por el contrario, si ponemos algo que obstruya la salida o la entrada de ventilación el equipo podría sufrir un ascenso preocupante de su temperatura. También se recomienda limpiar las rejillas de ventilación para que no se acumulen las pelusas en ellas e impidan la entrada o la salida de aire.
3. Trabajar en lugares bien refrigerados
Trabajar en lugares bien refrigerados es importante para que nuestros equipos resistan y no se produzcan problemas por el calor. No es lo mismo una sala que se encuentre a temperatura ambiente – más con la ola de calor que estamos viviendo estos días – que una sala refrigerada. Si nosotros notamos la diferencia, nuestros equipos también lo notarán y serán capaces de soportar mejor este tiempo.
[toggles title=»Los que más aguantan el calor»]Pendrives y discos duros son los que más aguantan. Estos aparatos están preparados, tanto para operar como para estar almacenados, a altas temperaturas. Las especificaciones en cuanto a la temperatura de operación y de almacenamiento muestran que los pendrives tienen una temperatura de operación entre 0 ºC y 60 ºC, mientras que de almacenamiento varía entre los -20 ºC y los 85 ºC. Por su parte, los discos duros tienen una temperatura de operación de entre 0 ºC y 60 ºC y de almacenamiento de -40 ºC a 70 ºC. Esto implica que los sistemas de almacenamiento de los pendrives y de los discos duros sean los más resistentes a las altas temperaturas, pero aún así, los expertos piden que se tenga cuidado.[/toggles]
Los teléfonos inteligentes son los más vulnerables a las altas temperaturas
4. No dejar nada dentro del coche
A pesar de que a menudo se cree imposible llegar a temperaturas extremas, estos expertos recuerdan que en el interior de los vehículos aparcados al sol la temperatura puede aumentar – en tan solo media hora y aunque se dejen las ventanas abiertas – hasta veinte grados y llegar a los 70 oC. Por eso, advierten que no hay que dejar ningún aparato en el coche cuando está aparcado al sol, porque se podría superar la temperatura de almacenamiento.
[toggles title=»Los más vulnerables»]Los teléfonos inteligentes son los que se llevan la peor parte ante el calor. Su batería tiene que estar siempre entre 0 ºC y 40 ºC mientras que la de almacenamiento se sitúa entre -20 ºC y 50 ºC. Sin embrago, en el caso de los iPhone, iPad, iPod y AppleWatch, la temperatura de operación máxima que pueden alcanzar es de 35 ºC y la de almacenamiento de 45 ºC, temperaturas fácilmente alcanzables en pleno verano mediterráneo.[/toggles]
5. Vigilar las baterías
Como se menciona en el recuadro, las altas temperaturas también afectan a las baterías de los móviles. El calentamiento afecta directamente a sus propiedades, lo que provoca que rápidamente decaigan sus prestaciones y contra lo que se pueda pensar, esto no siempre pasa en los móviles más antiguos. Un estudio reciente que analizaba teléfonos de 6′ pulgadas y tablets llegaba a la conclusión de que las baterías de los iPhone – 6 y 6 Plus – quedaban en la última posición. Por todo esto, los expertos de la UOC recomiendan usar los teléfonos inteligentes en zonas refrigeradas.
6. Evitar las carcasas
Sabemos que las carcasas son el mejor accesorio para evitar que nuestro móvil o nuestra tablet sufran los daños de una caída inesperada, pero -con estas temperaturas – también son como un plumas en pleno agosto. Muchas carcasas impiden a los dispositivos disipar el calor correctamente y provocan que estos se calienten demasiado.
7. Evitar aplicaciones demasiado intensas
Cuidado con las Apps que pesen más de la cuenta y en este ranking se encuentran sobre todo los juegos, que necesitan mayor capacidad y disposición de los recursos de nuestros dispositivos. Una aplicación demasiado pesada supone que nuestro terminal se recaliente en exceso y si a eso le añadimos las temperaturas a las que parece que, si llueve, van a caer pavías de bacalao del cielo, pues nuestro dispositivo comenzará a tener importantes problemas.