30 años en el mercado de la seguridad, más de 100 millones de usuarios y presencia en 200 países, han otorgado a la empresa eslovaca de seguridad, ESET, una quinta posición a nivel global, que aspiran dejar atrás, en breve, para llegar al tercer puesto a nivel mundial. Deseos que van más allá, con el crecimiento del número de empleados, que pasarían de los 1.400 actuales a los 2.200, en el año 2022.
Los datos de facturación invitan al optimismo si tenemos en cuenta que, durante el último ejercicio, la filial española creció un 11 % y el crecimiento mundial ascendió al 6 %, facturando a lo largo del año 450 millones de euros. Esto hace mostrarse a Josep Albors, director de laboratorio de la compañía en nuestro país, optimista ante el futuro de la compañía, un futuro al que también califica como “desafiante”, llevándoles a querer ser un referente a nivel mundial. Para ello realizaran una mayor inversión en I+D, por poner un ejemplo. En este sentido, construirán un centro de I+D de vanguardia en Bratislava, que se convertirá en la nueva sede central de la compañía. El mismo albergará un centro de seguridad TI de vanguardia con el que esperan crear 800 nuevos empleos.
En el plano de novedades de producto, Albors revela, sin entrar en detalles, que a finales de octubre presentarán un nuevo producto, orientado al usuario final, al tiempo que están preparando un producto para grandes empresas que analizará el estándar de seguridad de toda la red corporativa, desde un único puesto.
Y, en cuanto a los peligros en el mundo de la seguridad empresarial, recuerda que al tan temido ransomware habría que unir el mundo IoT, en «el que no se está haciendo lo que se debe» o a los ataques de toda la vida, que siguen funcionando.