La pandemia no solo ha conllevado una aceleración de la transformación digital del mundo empresarial, también de la Administración Pública, con el fin de habilitar el acceso a los servicios públicos online, situando a España en el séptimo puesto en la Unión Europea en servicios públicos digitales y la previsión de mejorar la prestación de servicios públicos en formato digital. Y es que, tal y como reconoce Carolina Moreno, vicepresidenta de ventas para EMEA y directora general para el Sur de Europa de Liferay, “hemos sido testigos de un verdadero cambio cultural en la digitalización de la Administración Pública. Un camino que requiere de un acceso a los servicios públicos 24×7 más amplio, así como un aumento de la productividad del empleado público, su satisfacción y la de los ciudadanos”.
Una dinamización que se hará más patente con los fondos NexGenerationEU, con un 5 % de los mismos destinados a la modernización digital de este sector para que actúe como motor de los cambios tecnológicos.
Desde Liferay, proveedor de la plataforma Open Source para la creación de experiencias digitales web, móvil y dispositivos conectados, consideran que tres son las palancas dinamizadoras de este ecosistema: la mejora en la experiencia del usuario digital, un modelo de servicio basado en la nube y la interoperabilidad como prioridad estratégica.
Una mejora en la experiencia del usuario digital tanto en nivel interno de los empleados públicos como a nivel externo a través de portales del ciudadano, sedes electrónicas, websites públicas…
La nube facilita a la Administración Pública una gran agilidad, escalabilidad y flexibilidad a la hora de transformar la manera de relacionarse con ciudadanos y empresas, sin olvidar la puesta en marcha de nuevos servicios en menor tiempo, adoptando la innovación y novedades tecnológicas de manera inmediata y automática.
Todo ello junto a la interoperabilidad como prioridad estratégica. Debido a la multiplicidad de canales de contacto, tanto físicos como digitales, en la Administración, así como el amplio número de sistemas o repositorios de información, la interoperabilidad de sistemas y datos supone un verdadero reto añadido.
Las administraciones que se han centrado en este aspecto, poniendo el foco en las tecnologías que ofrecen una óptima integración desde el primer momento, han sido capaces de optimizar rápidamente sus recursos disponibles. Esto se traduce en un menor número de consultas o una mayor automatización de la labor del empleado público, por poner algunos ejemplos.
Según Carolina Moreno, las entidades públicas no quieren quedarse atrás y están dando lo mejor en sus procesos de digitalización.