Orizon ha presentado las líneas estratégicas que está siguiendo este año para llevar al mercado su renovada tecnología BOA, que está diseñada para la mejora continua del rendimiento tecnológico de las grandes organizaciones desde los sistemas centrales hasta los entornos cloud e híbridos. Según avanzaron Ángel Pineda, CEO de Orizon, y José Manuel Desco, director general de la compañía, la nueva versión de su tecnología BOA cuenta con una arquitectura nativa en cloud que posibilita su disponibilidad en los principales hiperescalares (AWS, Google Cloud y Microsoft Azure) lo que acelerará su comercialización y, al mismo tiempo, ofrece un mayor nivel de inteligencia y automatización.
El objetivo de Orizon con esta nueva versión de su tecnología es llegar a nuevos clientes de manera más fácil ya que uno de los problemas con los que se está encontrando es la falta de conocimiento dentro de las organizaciones, lo que dificulta su implantación. Desco comentó que por el tamaño de la compañía “cuesta cerrar la primera cita” y, además, al vender servicios avanzados requieren de personal que sepa vender estos servicios.
Para comercializar esta solución y paliar la falta de talento en el mercado está apostando por la formación interna para crear nuevos equipos comerciales. Al mismo tiempo, según resaltó Pinedo con la nueva tecnología BOA se aborda uno de los problemas actuales que tienen las organizaciones que es el coste oculto del cloud.
Sobrecoste del cloud
Según el último informe de Orizon, realizado a partir del muestreo de 20 grandes empresas de los sectores de banca, seguros y utilities, las organizaciones asumen sobrecostes del 45 % en sus presupuestos tecnológicos destinados a los procesos de migración a la “nube” debido a la ausencia de una estrategia de gestión del rendimiento de sus infraestructuras. A este sobrecoste se suma el histórico que sufren las empresas del sector de banca y seguros que se cifra en torno al 15 % debido a la baja calidad del software y la falta de políticas para su optimización.
El informe de Orizon también indica que para el 80 % de las organizaciones el proceso de migración a la nube es calificado de negativo porque no han alcanzado los objetivos que se habían marcado. Además, en torno al 70 % de las organizaciones admite que lleva a cabo una gestión reactiva del cloud cuando aparecen problemas en la operativa frente a una proactiva constante.
Ante esta problemática, Orizon ha invertido 1,8 millones de euros en la mejora de su tecnología BOA con el fin que sea más rápida para ofrecer una solución a estos problemas y dotar a las empresas de una herramienta para controlar los costes y conocer la eficacia y rendimiento de su infraestructura.
La nueva tecnología BOA se basa en tres componentes principales. El primero es un modelo de captura de datos inspirados en el concepto data lake o lago de datos, que permite sin instalar ningún agente extraer, almacenar y procesar grandes volúmenes de datos de la operación dinámica de las aplicaciones y las infraestructura de las grandes empresas. El segundo componente es el conjunto de algoritmos que ordenan, analizan y correlacionan la información para detectar y resolver problemas. Y el último la capacidad de aprendizaje y predicción.
Según destacó Ángel Pineda, entre las ventajas de la herramienta se encuentran la fortaleza de su base de datos y la capacidad para evaluar también a los integradores que trabajan con las empresas. El modelo de la herramienta es “observar el contenido de los datos, hacer el triaje, eliminar los falsos positivos y dar la solución”, resaltó.
Objetivos económicos
Orizon tiene previsto que BOA-Monitorización Online, el primer módulo de la nueva herramienta, esté disponible en el tercer trimestre de este año. Y con este lanzamiento espera impulsar su crecimiento. Su previsión es cerrar este ejercicio con unas ventas en torno a los 6 millones de euros, lo que implicará duplicar sus ventas respecto a 2022 con el fin de situar su EBITDA en un 25 % de sus ingresos, frente al 19 % anterior.
Este objetivo es inferior al previsto inicialmente que se cifraba en torno a los 8 millones de euros, pero cumple con las expectativas de la empresa teniendo en cuenta los problemas de falta de personal cualificado en el mercado español que sea capaz de adoptar nuevas tecnologías como la que propone Orizon y por la falta de conocimiento sobre este tipo de soluciones dentro de las organizaciones.