España vive una expansión sin precedentes en el sector de centros de datos, impulsada por el avance de la inteligencia artificial, la computación en la nube y el Internet de las Cosas. Según estimaciones de expertos, la potencia instalada en el país se habría multiplicado por seis en apenas dos años, hasta alcanzar cerca de 600 MW a comienzos de 2025. Este salto, que supone un crecimiento cercano al 275 %, refleja la consolidación de un sector que ya es clave para la economía digital. Las previsiones apuntan a que esta escalada continuará a un ritmo sostenido del 25 % al 35 % anual hasta 2030, impulsada por la creciente demanda de servicios tecnológicos que sustentan actividades cotidianas como la telefonía móvil, el correo electrónico, el streaming, las transacciones bancarias o la inteligencia artificial.
Madrid se ha convertido en el epicentro de esta revolución al concentrar más del 60 % de la potencia operativa, consolidándose como uno de los hubs digitales más importantes del sur de Europa. Por su parte la inversión pública demuestra un dinamismo sostenido. El informe anual de DoubleTrade España refleja que en 2024 se licitaron 16.682 proyectos TIC (un 3 % más que en 2023) por un valor cercano a los 11.749 millones de euros, pese al contexto de ajuste presupuestario.
En este escenario, Extremadura será protagonista del que está llamado a convertirse en el mayor proyecto tecnológico del sur de Europa. Nostrum Data Centers y la multinacional AECOM han formalizado un acuerdo para construir en Badajoz el macrocentro Nostrum Evergreen, una infraestructura digital de vanguardia que superará los 1.900 millones de euros de inversión y aspira a situarse entre las más avanzadas de Europa.
El informe TIC de DoubleTrade subraya la relevancia estratégica del sector para la transformación digital del país. Madrid lideró la inversión pública en tecnología en 2024, con 4.652 millones de euros, seguida de Andalucía (1.486 M€) y Cataluña (1.167 M€). El sector privado tampoco baja el ritmo. Amazon prevé inversiones de 15.700 millones de euros en Aragón; Cantabria avanza en la construcción de un macrocentro de 500 MW valorado en 3.600 millones; y compañías como Microsoft, Meta y Google refuerzan su implantación, atraídas por la conectividad internacional, la estabilidad regulatoria y la disponibilidad energética.
Más allá del avance tecnológico, la consolidación del sector de centros de datos se ha convertido en un movimiento estructural para la economía española. Su impacto abarca el empleo, la atracción de inversión extranjera y la soberanía digital. Con un mercado público cada vez más activo y un interés privado al alza, España avanza con paso firme para posicionarse como uno de los grandes polos digitales de Europa.
Sin embargo, desde DoubleTrade advierten que la expansión no está exenta de desafíos. Un solo centro de datos puede consumir más de 100 MW, una cifra superior al gasto de miles de hogares, por lo que recuerdan que la demanda de potencia podría duplicarse antes de 2030, lo que obliga a reforzar la planificación energética.











