Para alcanzar el éxito en un proceso de transformación digital es necesario alinear el trabajo de los empleados con la estrategia corporativa. Para ello es fundamental que los trabajadores, estén motivados y comprometidos con el proyecto. Pero no siempre es fácil medir el grado de compromiso de los mismos. Por ello la compañía Watch&Act, especializada en servicios de consultoría de transformación para grandes cuentas ha desarrollado una herramienta que mide y gestiona este compromiso: Flourflags, basada en algoritmos y herramientas de business intelligence. La misma, además, establece un plan de acción para optimizar los puntos que necesitan una mayor atención a la hora de consolidar el cambio planteado en la estrategia corporativa.
Pilares
¿Cómo se lleva a cabo? A través de cuatro pilares, afirma Luis Fernando Rodríguez, CEO y responsable del área de personas y equipos de Watch&Act, que influyen en el compromiso de los profesionales desde la prioridad estratégica y la importancia que se conceden a las evidencias identificadas, la efectividad profesional y el impacto sobre el negocio de la compañía. Con el análisis de todo ello, se elabora un informe con un plan de acción, con el fin de mejorar las variables que se sitúen por debajo de lo requerido y fijar lo que esté por encima de la media. Además, la organización contará con una herramienta de gestión del compromiso que le permitirá vincular la implicación de sus empleados con los KPIs del negocio. Una herramienta que facilita a los mandos intermedios dirigir a sus equipos de una manera más eficiente y con mejores resultados y a los empleados reafirmar su compromiso para alcanzar los objetivos.
Rodríguez destaca que el proceso de implantación puede durar entre dos y cuatro meses. En una primera fase se prepara el escenario en el que se va a trabajar, para lo cual es necesario conocer en profundidad la estrategia, a los profesionales que van a trabajar en ella y plantear el modelo de segmentación de los equipos; así como llevar a cabo una estrategia de comunicación interna; la sensibilización de los mandos intermedios y solicitar el compromiso estratégico del comité de dirección para lanzar la encuesta a los profesionales.
En la segunda fase se analizan los resultados obtenidos por dicha encuesta para elaborar los informes y definir los planes de acción. Paralelamente, se adapta la herramienta de gestión del compromiso a las circunstancias y particularidades del cliente y se le proporciona el conocimiento necesario para aprender a manejarla. En la tercera fase se da a conocer los resultados de todo el proceso analítico, y en la cuarta se ponen en marcha los planes de acción, comenzando el verdadero proceso de gestión del compromiso en la compañía