Más de 90 empresas tecnológicas europeas, incluidos gigantes como Airbus y Dassault Systèmes, junto con diversos grupos de presión, han solicitado a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la creación de un fondo soberano para infraestructura con el fin de aumentar las inversiones públicas en tecnologías avanzadas. La carta abierta, a la que ha tenido acceso Reuters y que está firmada también por entidades como OVH Cloud y la Asociación Alemana de Inteligencia Artificial, fue presentada el pasado 14 de marzo.
Los firmantes señalan que las recientes medidas adoptadas por Estados Unidos y la Unión Europea han puesto de manifiesto la necesidad urgente de que Europa tome acciones para mantener su autonomía estratégica en sectores clave. En su misiva, advierten que la dependencia de Europa de actores externos en áreas tecnológicas cruciales pone en riesgo tanto la seguridad como el crecimiento económico del continente.
“Europa debe recuperar la iniciativa y lograr mayor independencia tecnológica en todos los niveles de su infraestructura digital crítica, desde la infraestructura lógica –aplicaciones, plataformas, IA– hasta la infraestructura física, como los semiconductores y la conectividad”, afirman.
Los firmantes también subrayan que el actual panorama de dependencias tecnológicas aumenta los riesgos de seguridad y reduce la fiabilidad de los sistemas clave, lo que compromete la soberanía europea. Por ello, proponen que el fondo soberano de infraestructura sea la vía principal para financiar proyectos en sectores de alta inversión, como las tecnologías cuánticas y los chips.
Además, la carta sugiere la adopción de una política de «comprar europeo» en los procesos de licitación pública, con el objetivo de generar una demanda interna que impulse las inversiones y permita a las empresas del continente competir en igualdad de condiciones. “No se trata de excluir a los actores no europeos, sino de crear un entorno donde los proveedores europeos puedan competir legítimamente”, aclaran.
Entre las entidades que respaldan esta iniciativa se encuentran la Red de Startups de Europa, el Amsterdam Internet Exchange (AMS-IX) y la BPI Francia, la banca pública de inversiones del país galo.