Algunas compañías han comenzado a realizar movimientos de reducción de proveedores de software, es decir van a repartir los desarrollos que necesiten realizar durante los próximos años entre tres y cinco proveedores seleccionados. ¿Es una buena idea?
Si lo exploramos de forma rápida puede parecer una buena idea ya que al concentrar en solo unos pocos proveedores se limita el tiempo de gestión de los mismos: no necesitamos el mismo tiempo para tratar con tres que con 30. Reducimos las líneas de comunicación, reducimos el tiempo dedicado a generar y firmar contratos, a comprobación de KPI, a procesos de compra con departamentos diferentes dentro de la compañía, en definitiva, a eliminar el exceso de administración, pero… ¿y el coste?
Podemos pensar que el coste se establece de forma óptima durante la negociación de los contratos con estos proveedores de software, ya que son contratos grandes durante varios años, permiten establecer una tarifa baja y listo. Entonces comienzan los problemas.
Primer peligro: el engaño de la tarifa baja
Cuando establecemos una tarifa baja dentro de la negociación con un proveedor podemos sentirnos satisfechos con ello y dejarlo ahí. ¿Qué más podríamos negociar? ¿No tenemos ya el coste más bajo? Pues no, no lo tienes.
Lo que se realiza con un proyecto de desarrollo de software es software, un producto y, por tanto, el precio que tenemos que mirar es el precio del producto, precio que no es lo mismo que la tarifa por hora de desarrollo.
El precio del producto software lleva tanto la tarifa como la cantidad de esfuerzo necesario para realizarlo. Si no cerramos ambos, un proveedor te cobrará poco por hora, para facturar a continuación muchas más horas por el mismo producto, ¿lo vemos con un ejemplo?
En el último informe publicado por LedaMC sobre el mercado de desarrollo de software, se muestran los casos de tres grandes proveedores de desarrollo de software en los cuales el coste de la unidad de producto software y la productividad que ofrecen a distintos clientes para la misma tecnología son realmente diferentes, llegando a cobrar un mismo proveedor hasta tres veces más a un cliente que a otro. ¿Sorprendente? No, es algo que se repite en el mercado.
Segundo peligro: la quinta fuerza de Porter
Michael Porter establecía un análisis de cinco fuerzas que deberían equilibrarse para el éxito de una compañía: amenaza de competidores, rivalidad de competidores, amenaza de nuevos productos, poder de negociación del cliente y el poder de negociación de los proveedores.
Cuando limitamos el número de proveedores lo que hacemos es limitarnos la capacidad de elección. Estos proveedores sabrán que tendremos que realizar nuestros proyectos de desarrollo de software con ellos, por lo que estarán en una posición fuerte, podrán negociar desde una posición más dominante, salvo que definamos perfectamente los contratos que nos liguen a ellos, estableciendo claramente unos KPI que limiten ese poder. ¿Sabes cómo establecerlos?
Tercer peligro: sin referencias del mercado vas a ciegas
Por bueno que sea tu proceso de negociación con los proveedores, el precio final necesita una referencia para saber si realmente es bueno o no. Me refiero al precio del producto software, la tarifa ya hemos visto que no nos sirve para ello. La comparación es inmediata y lo vamos a ver muy claro con un ejemplo.
Si me fuera a comprar un coche de lujo y en el concesionario me dieran un precio iría al mercado a ver lo que cuesta realmente ese coche, ¿por qué no usar entonces esta referencia dentro del desarrollo de software?
En todas las industrias la estandarización de los procesos es un hecho, habilitándoles para que se puedan comparar unas con otras y poder realizar esta comparación de forma exitosa.
Realizando una medición del producto software que nos entregan en nuestros proyectos a través de un benchmarking, podremos compararnos con lo que está haciendo el mercado y entonces poder tomar decisiones adecuadas. Importante tomar una base de datos de referencias del mercado grande, posiblemente la más grande, para que la comparación sea realmente correcta.
Una reducción exitosa de proveedores
Para conseguir que nuestra reducción o concentración de proveedores sea exitosa debemos basarnos en el pilar de la comparación con el mercado, que es el que me puede decir si lo que me están entregando es lo que hacen los demás o no. Esa comparación debe basarse en una medida que aúne tarifa y esfuerzo necesario, como es el producto software, que es lo que le importa a negocio. Con ello podré definir un marco de trabajo que permita extraer lo mejor de los dos mundos, una mejora administrativa, de gestión y de optimización de los costes de desarrollo de software.
Lo hemos visto en multitud de clientes a los que hemos ayudado en el proceso y no en vano hemos sido nombrados como la primera y única empresa a nivel mundial certificada para la realización de benchmarking de proyectos de desarrollo de software por IFPUG, la organización más importante en el ámbito del producto software.
Julián Gómez Bejarano
Chief digital officer de LedaMC