La inteligencia artificial generativa está transformando la industria tecnológica a gran velocidad, pero su despliegue masivo está generando un impacto colateral preocupante: un consumo eléctrico sin precedentes. Según Gartner, los centros de datos requerirán hasta 500 teravatios hora (TWh) anuales en 2027, lo que supone 2,6 veces más que en 2023.
En este contexto, los pequeños reactores nucleares modulares (SMR) están ganando protagonismo como solución a largo plazo. Tal y como explica Bob Johnson, vicepresidente y analista de Gartner, estos sistemas podrían alimentar centros de datos de forma independiente, sin depender de la red eléctrica convencional. “La energía nuclear, y en concreto los SMR, ofrece una respuesta clara a la pregunta: ¿Qué hacer cuando la demanda supera la oferta?”, afirma.
A diferencia de las energías renovables como la solar o la eólica —que dependen de factores ambientales y requieren sistemas de almacenamiento para garantizar un suministro constante— los SMR proporcionan energía estable, continua y con cero emisiones directas. Además, su formato modular permite fabricar componentes en fábrica y ensamblarlos in situ, lo que da a los operadores flexibilidad geográfica y mayor control operativo.
Gartner prevé que los primeros centros de datos alimentados por SMR estén operativos en 2030, y destaca que los gobiernos ya están acelerando los procesos de certificación y desarrollo.
Pese a su potencial, los SMR aún enfrentan desafíos importantes. “El principal es la gestión de los residuos nucleares, aunque en cantidades reducidas”, explica Johnson. Además, el coste inicial será elevado y se necesitarán incentivos financieros para que compitan con otras fuentes de energía. Actualmente, los proyectos de SMR están restringidos a instalaciones nucleares existentes y no están conectados a la red.
Gartner subraya que, aunque los SMR no estarán disponibles de forma generalizada hasta dentro de 8 o 10 años, es el momento de que las organizaciones se familiaricen con esta tecnología y evalúen su posible adopción. Incluir esta opción en los planes estratégicos de desarrollo energético a largo plazo puede resultar clave.
Entre las recomendaciones de Gartner destaca la necesidad de seguir de cerca la evolución tecnológica, la regulación y las iniciativas de los proveedores. Las organizaciones también deben valorar distintas opciones de SMR y sus respectivas ventajas e inconvenientes.
El uso de SMR podría representar una revolución en la gestión energética de infraestructuras críticas, no solo asegurando el suministro en plena transición digital, sino también contribuyendo al cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad.