Incluso antes de la irrupción de la pandemia mundial provocada por la covid-19, en febrero del año pasado, ya se había empezado a hablar mucho de las bases de datos como servicio (DBaaS). Con un volumen de mercado global que se espera que crezca desde los 12.000 millones dólares de 2020 hasta los 25.000 millones de dólares en 2025, el interés por esta tecnología ha empezado incluso a llegar a los directivos de la denominada “C-suite”.
Y es que la aceleración de los proyectos de transformación digital que han llevado a cabo muchas organizaciones en los últimos 16 meses, ha hecho que la fuerza de trabajo esté cada vez más distribuida. Esto no solo hace necesario cambiar la mentalidad de los ejecutivos en cuanto a la forma de trabajar, sino también revisar los enfoques tradicionales de las infraestructuras de hardware y software, obligando a que la revisión de los procesos de gestión de la información sea también un imperativo estratégico.
Por supuesto, dado que los datos hoy día ya afectan prácticamente a todos los procesos empresariales, esta tarea no ha sido tan fácil como sustituir los modelos actuales por un entorno multicloud o híbrido.
Pensar de una forma diferente
Oscar Wilde dijo una vez que vivir es la cosa más rara del mundo: la mayoría de la gente existe, eso es todo. En algunos casos, las empresas también se han limitado a existir en el periodo previo a la crisis. Han confiado en cómo se han hecho siempre las cosas, más aún cuando se trataba de la gestión de la información. Es verdad que el cambio es difícil y renovar algo tan estratégico como las bases de datos no se puede hacer de la noche a la mañana, pero tiene que haber voluntad de cambio.
Y la realidad es que, hasta ahora, el concepto de transformación digital estaba siempre entre las palabras de moda más utilizadas en el sector TI, pero lo de llevarla a cabo ya resultaba más difícil. Curiosamente, ha sido la creciente dependencia de los datos no estructurados lo que ha agilizado todo el proceso. Y es que mientras que los entornos de bases de datos tradicionales son excelentes para gestionar datos principalmente estructurados, el auge de las redes sociales, los vídeos y las fotos, los datos generados por los sensores del Internet de las Cosas, las tecnologías de localización o el aprendizaje automático, han convertido a las DBaaS en la solución ideal para gestionar la información de una forma más ágil y eficiente.
En todo caso, esto no significa que todas las empresas deban adoptar ciegamente la tecnología de DBaaS. Cuando se trata de transformar las bases de datos de la empresa, lo primero que hay que hacer es tener en cuenta qué retos empresariales queremos resolver y qué ventajas nos van a aportar estas nuevas bases de datos como servicio.
Por ejemplo, una de las principales ventajas que proporciona la tecnología de DBaaS es la simplificación en la gestión de bases de datos en nubes públicas y privadas, todo desde un único panel de control centralizado. Además, permite desplegar instancias o aplicaciones de bases de datos en apenas unos minutos en lugar de en días o semanas.
Y a medida que las empresas se vayan familiarizando con ellas, podrán ir utilizando funcionalidades cada vez más avanzadas, para acabar incluso con uno de los principales retos de las organizaciones hoy en día: el acceso a los datos aislados. Actualmente, es lógico pensar que todo el mundo dentro de una organización necesita acceso a la información, ya se trate de desarrolladores, analistas de negocio, ejecutivos que tienen que elaborar informes o trabajadores de primera línea que necesitan conocer mejor a los clientes. El acceso a los datos debe estar integrado en todo el entorno de trabajo y la tecnología de DBaaS facilita que sea así.
Otro problema que a menudo afrontan las empresas es el de garantizar el cumplimiento de todas las medidas regulatorias de protección de datos personales y sensibles. Al igual que la tecnología evoluciona, también lo hace el entorno normativo, que amplía las exigencias en cuanto a seguridad, almacenamiento, acceso y análisis de datos. La buena noticia es, nuevamente, que las DBaaS permiten adaptarse a todos estos cambios y cumplir todas las regulaciones.
En definitiva, las organizaciones que adopten la tecnología de DBaaS responderán mucho mejor a las demandas de los clientes y serán más ágiles a la hora de adaptarse a los cambios y a la incertidumbre de lo que está por llegar, especialmente en un contexto como el actual, marcado por la digitalización y el auge del trabajo distribuido.
Iván Menéndez
Director general de Nutanix Iberia