El informe EMEA Fraud Report 2019 de Experian, realizado por la consultora Forrester, apunta que la prevención del fraude es la prioridad para el 85 % de las empresas. Asimismo, el estudio, que ha encuestado a 913 responsables del área de fraude de las empresas, destaca los tipos de ataques más frecuentes: el robo de datos (58 %), cifra que en España asciende al 62 %, el robo de identidad (47 %) y el fraude del robo de cuenta corriente (45 %).
A pesar de ello solo el 40 % de las compañías afirman que el fraude se evalúa y se entiende adecuadamente dentro de su organización, mientras el 32 % reconoce que está claramente definido, medido y respaldado por la automatización. Pero solo el 14 % cree que su capacidad para prevenir el fraude está optimizada correctamente. Rita Estévez, CEO y market president de Experian España y Portugal afirma que “hay una diferencia evidente entre el nivel de confianza que las empresas tienen en su capacidad para prevenir el fraude y lo realmente optimizadas que están”.
En la actualidad el fraude no es el único impacto en las cuentas de resultados de una empresa. Otros aspectos como la reputación y la pérdida de clientes están ganando relevancia. Esta última es la que, según los encuestados, tiene un mayor impacto en sus empresas (34 %). Por ello, la mayoría de los directivos ven la necesidad de priorizar la prevención del fraude y la optimización de la gestión de riesgos.
Debido al volumen e impacto del fraude, las empresas reconocen la necesidad de invertir en innovación y tecnología para mayor eficacia. Por esta razón, el 51 % de los encuestados tienen previsto invertir en soluciones de inteligencia artificial y machine learning en los tres próximos años. Además, el 55 % también incluirán plataformas modulares de único acceso y capacidades para prevenir actividades fraudulentas.
“Es prometedor ver a tantos responsables de compañías reconocer que mejorar la prevención y detección del fraude debe ser una prioridad absoluta. La tecnología es una herramienta facilitadora para ello. Más de la mitad de las empresas encuestadas están preparadas para implementar soluciones de inteligencia artificial para ayudar a detectar el fraude de manera más rápida y de forma más eficaz. La clave para optimizar con éxito la gestión del fraude para las empresas reside en definirla, comprenderla y gestionarla de manera eficaz. Aquellas empresas que lo hagan podrán protegerse a sí misma y a sus clientes de los defraudadores, protegiendo al mismo tiempo su reputación comercial”, explica Estévez.