Teniendo en cuenta que la covid-19 ha revolucionado todos los panoramas posibles, desde Appian, compañía especializada en ayudar a las organizaciones a crear aplicaciones y workflows con su plataforma de automatización de low-code, predicen la importancia que van a tener el BPM, la hiperautomatización, el low-code, la inteligencia artificial o la resistencia operativa.
En su opinión, el Business Process Management (BPM) va a ser más relevante que nunca ya que cubre una de las necesidades manifestadas durante la pandemia: una automatización rápida y potente de los procesos para mantener a las personas conectadas entre sí, facilitando la coordinación del trabajo entre equipos y departamentos, o en toda la organización.
Además, consideran que la hiperautomatización transformará radicalmente los negocios ya que la adopción generalizada del desarrollo low-code unifica la IA, los bots, las personas y los datos en el mismo workflow. 2021 será el año en el que las empresas buscarán escalar estas tecnologías y sacar el máximo provecho de sus inversiones digitales mediante la unificación de la fuerza laboral actual, con humanos al mando, aseguran.
También “sube enteros” el low-code. Según la consultora Gartner en 2023 más del 50 % de las grandes empresas habrá adoptado el low-code como herramienta estratégica para el desarrollo de aplicaciones. Para Matt Calkins, CEO de Appian, va a ser una de las tecnologías esenciales para los directores generales, al ser un acelerador importante para los desarrolladores, en un momento en el que se necesitan muchas aplicaciones.
La IA, cada vez más presente, reinará en 2021 a medida que los vendedores de software y proveedores de servicios de IA sigan eliminando las complejidades de la operatividad con la ayuda de técnicas de low-code. Una inteligencia artificial que también permitirá aprovechar a las empresas, más que nunca, los datos personales, aunque los expertos esperan que surja una gobernanza más estricta para proteger la privacidad de los usuarios, lo que Gartner denomina como “computación para mejorar la privacidad”. Una forma de proteger los datos de los consumidores mientras estos son utilizados por aplicaciones que facilitan la transferencia de datos, su monetización o análisis de fraudes, por poner algunos ejemplos.
Y todo ello junto a la resistencia operativa, es decir, la manera de llevar a cabo rápidamente las operaciones frente a condiciones comerciales que cambian rápidamente en la era postpandemia.