El mercado de centros de datos en España está experimentando un crecimiento exponencial, posicionándose como el país con mayor expansión en Europa. Las previsiones apuntan a una multiplicación por seis de la potencia instalada en los próximos dos años, pasando de los actuales 160 MW a los 600 MW en 2026, según datos de Spain DC.
El auge de los centros de datos en España se explica por la confluencia de varios factores clave. La acelerada digitalización, impulsada por la creciente demanda de servicios en la nube y la inteligencia artificial, exige una mayor capacidad de procesamiento y almacenamiento de datos. Paralelamente, España se ha posicionado como un destino atractivo para la inversión, gracias a un entorno regulatorio favorable, una infraestructura digital sólida y una mano de obra cualificada. Su ubicación estratégica, con una excelente conectividad y un clima templado, junto con la creciente apuesta por las energías renovables, la convierten en un lugar ideal para la construcción y operación de centros de datos eficientes y sostenibles.
Al mismo tiempo que se desarrolla este sector esencial para sostener la infraestructura digital, la irrupción de la inteligencia artificial está transformando la operación de los data centers. “Son la clave para prestación de servicios en la economía actual, tanto si se opta por una estrategia on-premise que mantenga los datos en casa, como para habilitar los servicios en la nueve, o por una modalidad combinada. Ahora bien, las organizaciones deben reevaluar sus planes de implementación de centros de datos, y más con la revolución que supone la IA y la GenAI, que tiene unas ventajas claras, pero también unos retos a tener en cuenta”, subraya Tomás Callejo, director de de /fdata, la unidad de fibratel especializada en este campo.
Los expertos de la multinacional española destacan el papel fundamental de la inteligencia artificial en la transformación de los centros de datos. Mediante el análisis de grandes volúmenes de datos, la IA permite predecir con precisión la demanda futura de recursos, optimizando así la asignación de servidores y almacenamiento. Además, facilita la detección temprana de posibles fallos en el hardware, reduciendo el tiempo de inactividad y minimizando los costes de mantenimiento. En el ámbito de la seguridad, la IA es capaz de identificar patrones anómalos que podrían indicar un ataque cibernético, permitiendo una respuesta rápida y efectiva. Por último, la IA contribuye a la sostenibilidad de los centros de datos al optimizar el consumo energético a través del análisis en tiempo real de variables como la temperatura y la carga de trabajo.
Sin embargo, los especialistas de /fdata también han tenido en cuenta en su análisis los desafíos que supone el despliegue de la IA y la GenAI en estas instalaciones.
Aparte de los costes iniciales que supone en hardware y software que soporten la tecnología, mencionan que es necesario considerar que las aplicaciones de IA requieren más energía y recursos informáticos, lo que implica un aumento de los costes generales. En este punto, se hacen eco de un informe de Gartner que sostiene que la IA y la IA generativa están creando una “demanda insaciable” de energía, y su consumo aumentará hasta un 160%. La predicción de la firma de análisis es que el 40% de los centros de datos, habilitados con IA, estarán limitados operativamente por la disponibilidad de energía en 2027. “Por tanto, es crucial que las redes energéticas puedan aumentar su capacidad con la suficiente rapidez”, afirma Callejo.
Además, la creciente demanda de procesamiento está poniendo a prueba los sistemas de enfriamiento tradicionales. Para evitar comprometer los objetivos de sostenibilidad, es imperativo adoptar soluciones innovadoras como la refrigeración líquida o por inmersión. Estas tecnologías no solo aumentan la eficiencia energética, sino que también permiten gestionar el calor generado por las cargas de trabajo cada vez más intensas.
Por último, será imprescindible dedicar recursos a la capacitación. La IA propicia un gran avance y un cambio de paradigma, por lo que el desarrollo de habilidades es un enorme reto. Se debe crear un entorno de aprendizaje y formación continuo y, desde las compañías de TI, como grandes proveedoras de talento y especialización, abordar la brecha de capital humano, cualificar a nuevos profesionales y colaborar con instituciones educativas y organizaciones del sector para impulsar la capacitación en tecnologías clave como ésta.