Aunque el estudio “El nuevo talento a explorar: los agentes de IA”, llevado a cabo por MIOTI Tech & Business School, tras encuestar a 60 líderes de RR.HH. y tecnología de 22 sectores estratégicos como automoción, banca, consultoría o retail, destaca que la IA ha conquistado al 80 % de los directivos europeos en su vida personal con herramientas como ChatGPT o Copilot , no ha logrado penetrar tan profundamente a nivel laboral con tan sólo un 30 % aplicándolas activamente en su trabajo. ¿Las razones? Una mayor cautela, falta de formación e incertidumbres operativas.
Cuando se trata de valorar el impacto de la IA, estos directivos destacan beneficios como su impacto en la eficiencia (40 %) y en la productividad (30 %). Un El 20 % valora su capacidad para estimular la creatividad. Y un 10 % la utiliza como recurso contra el bloqueo mental, especialmente en tareas de redacción. Sin embargo, no todo es positivo. Persisten las “alucinaciones” (errores en los resultados) junto con respuestas repetitivas, dificultades en el uso avanzado de técnicas de prompting y funcionalidades de generación de imágenes que aún están lejos de las expectativas.
ChatGPT se mantiene como la opción más popular tanto en el ámbito personal como en los primeros usos profesionales. Microsoft Copilot, por su parte, gana terreno en los entornos corporativos, gracias a su integración con el paquete Office 365. Y Gemini, de Google, aún no logra una penetración significativa en las empresas, según el informe. Esta segmentación refleja un mercado en proceso de maduración, donde los líderes están probando diferentes soluciones antes de apostar por un estándar definitivo.
Otro dato interesante: sólo un 6 % de los encuestados cree que más de la mitad de su trabajo será sustituido por IA, aunque la gran mayoría anticipa un impacto parcial pero inevitable ya que el 56 % estima que entre un 1 % y un 25 % de sus funciones podrían ser asumidas por estas herramientas, y un 38 % sitúa esa cifra en hasta un 50 %. Lejos de generar temor paralizante, esta previsión ha activado un proceso de adaptación en múltiples frentes. El 70 % de los directivos se está formando de manera autodidacta, explorando herramientas y aprendiendo sobre la marcha. La mitad participa en eventos y foros de networking para compartir experiencias, y uno de cada dos ya ha liderado proyectos prácticos con IA. Además, cuatro de cada diez se han inscrito en formación académica reglada, conscientes de que el conocimiento profundo será una ventaja competitiva en el nuevo entorno.
Aparte de diagnosticar la situación, MIOTI propone una hoja de ruta práctica para integrar la IA de manera eficiente y responsable: Experimentar antes de escalar, probando las herramientas. Una formación en prompting, automatizar lo repetitivo, crear agentes inteligentes adaptados al negocio, una formación transversal (capacitando a toda la organización, más allá de los perfiles técnicos). La colaboración sin silos y medir el impacto y redefinir roles: evaluando resultados y rediseñando perfiles hacia modelos híbridos.











