Ha sido durante el acto de clausura del Observatorio de Derechos Digitales de Red.es, cuando Pedro Sánchez ha avanzado algunas medidas que el Gobierno va a adoptar para hacer frente a la “carrera tecnológica despiadada” y el “plan diseñado” por la “tecnocasta, potencias autoritarias y fuerzas antisistema», y para evitar que “el espacio digital se convierta en el salvaje oeste”.
Sánchez comenzó su intervención preguntando “¿por qué aceptamos como normal en el mundo digital lo que jamás permitiríamos en el mundo físico? ¿Por qué no aplicamos las mismas normas, las mismas leyes, los mismos derechos, los mismos deberes, las mismas obligaciones?”, para continuar asegurando que “hemos dejado, inexplicablemente, que los productos y los servicios digitales salgan al mercado sin controlar sus riesgos y sin saber cuáles son los potenciales daños”.
Pedro Sánchez subrayó que “no podemos permitir” que el entorno digital se transforme en un “salvaje oeste”
Por esta razón, el presidente del Gobierno subrayó que “no podemos permitir” que el entorno digital se transforme en un “salvaje oeste”, donde se vulneren las normas sin que existan consecuencias. En este contexto, enfatizó la necesidad de aplicar en el mundo digital las mismas leyes, principios y responsabilidades que rigen en el ámbito físico.
“La digitalización le ha dado la vuelta de arriba abajo a nuestras economías, que irremediablemente son cada vez más dependientes unas de otras”, explicó Sánchez, que también reconoció que “prácticamente no hay una actividad profesional hoy en día que no esté atravesada de una u otra forma por su dimensión digital. Cada euro invertido en el sector tecnológico ha generado casi tres euros en crecimiento económico”.
Aunque Sánchez reconoció el impacto positivo inicial de las redes sociales, como la conexión entre personas y el impulso de movimientos transformadores, puntualizó que éstas han generado muchos problemas, como la propagación de desinformación, odio y acoso, enfatizando que el uso de algoritmos y la viralidad de contenidos sesgados y falsos afectan negativamente a la sociedad. “Los delitos digitales ya representan un quinto de todos los delitos penales, uno de cada cuatro jóvenes recibe solicitudes no deseadas de contenido sexual y los delitos de odio online han crecido un 32 % en este último año”.
Responsabilidad de las tecnológicas
Además, criticó la falta de responsabilidad de las grandes tecnológicas que, en su opinión, tendrían que asumir responsabilidades legales por el impacto negativo de sus plataformas. “Asistimos a una carrera tecnológica despiadada donde se combina la tecnocasta y potencias autoritarias que libran una batalla sin reglas ni principios en el mundo digital y que tienen un impacto en la vida real”.
Ante esta situación “tenemos que rebelarnos y poner encima de la mesa una alternativa, porque la hay. Hay una alternativa. Y desde el Gobierno, desde España, estamos dispuestos a impulsarla en Europa, que es nuestro entorno, nuestro contexto político, social, económico y democrático”. Para Sánchez, “Europa debe consolidar un modelo de desarrollo tecnológico que contribuya al crecimiento económico desde el pleno respeto a los derechos digitales de la ciudadanía. Por tanto, una digitalización humana y humanista. Debemos transformar el entorno digital en un bien público para los ciudadanos. Y solo podemos hacerlo promoviendo una regulación que proteja a los ciudadanos e impulsando un desarrollo de una tecnología europea que sí respete nuestros valores”.
Sánchez criticó la falta de responsabilidad de los directivos de las tecnológicas que “tendrían que asumir responsabilidades legales por el impacto negativo de sus plataformas”
Para ello, ha propuesto tres medidas: la eliminación del anonimato en las redes sociales; la mayor transparencia de los algoritmos, “hay que obligar a las plataformas a que compartan la información necesaria para su supervisión”; y la responsabilidad legal de los responsables de las plataformas. “Estamos estudiando mecanismos que aseguren la responsabilidad legal de estos directivos respecto al funcionamiento de las plataformas, garantizando que puedan rendir cuentas judicialmente por la vulneración de derechos y de libertades que se pueda dar en estas plataformas”.
Soberanía digital y tecnológica
El presidente del Gobierno también subrayó la necesidad de avanzar hacia la soberanía digital y tecnológica en Europa y España, para evitar que datos, infraestructuras y comunicaciones queden bajo el control de potencias extranjeras o empresas sin supervisión democrática. Además, insistió en la importancia de invertir en innovación, desarrollar tecnologías propias e infraestructuras, y fortalecer la regulación para garantizar la protección de los ciudadanos. En este contexto, propuso que Europa lidere su transformación digital “con reglas claras y valores firmes”, convirtiéndose en un referente mundial en tecnología ética y responsable.
Además, anunció que España defenderá en la Comisión Europea la creación de un plan de inversiones para fomentar infraestructuras público-privadas, alineadas con la infraestructura nacional digital que España ya ha puesto en marcha. En este sentido, destacó el lanzamiento del primer modelo ALIA, una familia de inteligencia artificial en castellano y lenguas cooficiales. También mencionó la movilización de 150 millones de euros para acelerar la adopción de la IA en las empresas españolas.