Intel se encuentra al borde del abismo. El gigante tecnológico se prepara para anunciar sus peores resultados en años, lo que ha encendido las alarmas entre los inversores. La creciente competencia de compañías como AMD o Nvidia, especialmente con el auge de la inteligencia artificial, está erosionando la cuota de mercado de Intel. La firma, además, ha encadenado una serie de errores estratégicos, como la decisión de no invertir en OpenAI, que cuestionan la capacidad de su CEO, Pat Gelsinger, de revestir la situación.
Tal y como asegura Reuters, con las expectativas de ingresos por debajo de lo esperado (se espera que anuncie una caída del 8 %) y un informe trimestral anterior que encendió las alarmas, los inversores exigen respuestas claras de Pat Gelsinger sobre el futuro de la compañía y, en particular, sobre su plan para implementar la última tecnología de fabricación.
Desde que asumió el cargo en 2021, el CEO de Intel ha implementado una serie de recortes y acuerdos estratégicos, como el nuevo pacto con Amazon para la producción de chips de 18A. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, la compañía sigue enfrentando una fuerte caída en el valor de sus acciones y una pérdida significativa de capitalización bursátil.
Es más, mientras algunos inversores ven en la tecnología de 18A la clave para el renacimiento de Intel, otros creen que la compañía debería centrarse en su core business, el diseño de chips, y desprenderse de la fabricación. Se espera que este negocio registre unas pérdidas de 2.550 millones de dólares sólo en este trimestre.
Según estimaciones, los márgenes brutos ajustados de la compañía podrían reducirse en más de 7 puntos porcentuales, situándose en 37,9 %. Esta disminución se atribuye en parte al aumento de la producción de chips para PC con inteligencia artificial, una apuesta estratégica que, por ahora, no ha logrado compensar la caída en los márgenes.
AMD, por su parte, está ganando terreno a pasos agigantados a Intel. El crecimiento de más del 18 % en los ingresos por chips para PC y el aumento del doble en los ingresos de los centros de datos gracias a la inteligencia artificial son una clara muestra del éxito de la estrategia de AMD.