El mercado tecnológico está sufriendo un descenso en el volumen de operaciones de private equity por las limitaciones de los créditos. Limitaciones que vienen dadas por las subidas de tipos y por la caída en las valoraciones de las compañías que alejaría a los compradores de las expectativas de los vendedores. Las inversiones también han disminuido, cayendo de los 140.000 millones de euros en el primer semestre de 2022 a por debajo de los 40.000 millones de euros en el primer semestre de 2023, según un estudio publicado por Bain & Company.
La inteligencia artificial y el machine learning son los sectores en los que los inversores ponen sus miras, liderando el crecimiento del mercado de venture capital durante la primera mitad de 2023, periodo en el que las inversiones tecnológicas se centraron en empresas de IA generativa en fase temprana, con la adquisición de OpenAI por 10.000 millones de dólares por parte de Microsoft, una de las noticias más importantes.
A pesar del gran potencial de la IA ,desde Bain & Company consideran que es pronto para asegurar en qué medida esta mejorará la competitividad de las compañías, por lo que señalan que, a la hora de analizar su impacto –y rentabilidad–en diferentes sectores, se debe estudiar el potencial de reemplazar la mano de obra humana de la IA, la mejora de los servicios y la reducción de costes, así como las restricciones legales de su implementación. En el caso de empresas concretas, los inversores deberán considerar si estas poseen datos que permitan enriquecer las aplicaciones de la IA o si cuentan con el personal adecuado para ejecutar sus estrategias, señalan.
Para Cira Cuberes y Álvaro Pires, socios de Bain & Company a medida que el mercado se recupere y el dry powder se active, aquellos que se enfoquen en optimizar sus inversiones tecnológicas verán resultados sólidos en la desinversión. Al tiempo que observan oportunidades significativas para añadir valor a las inversiones de capital privado. “Nuestro estudio destaca que el activismo en las empresas en cartera puede generar un impacto impresionante, aumentando la rentabilidad hasta en un 300% del capital invertido, especialmente en las primeras etapas de inversión. Los fondos que se comprometan a mejorar el rendimiento de sus participadas estarán mejor preparados para el futuro”, asegura Pires.