Google ha anunciado que firmará el Código de Buenas Prácticas para la Inteligencia Artificial de Propósito General de la Unión Europea, uniéndose a otras empresas, incluidos proveedores estadounidenses de modelos de IA. La compañía espera que esta adhesión facilite a los ciudadanos y empresas europeas el acceso a herramientas de IA seguras y de primer nivel a medida que estén disponibles.
En su comunicado, Google destaca la importancia de una implantación rápida y generalizada de la inteligencia artificial en Europa, subrayando el potencial económico de esta tecnología, que podría impulsar el crecimiento del continente hasta en un 8%, lo que equivale a 1,4 billones de euros anuales para 2034.
Aunque valora que la versión final del código se acerque más a apoyar la innovación y los objetivos económicos europeos que las versiones anteriores, Google expresa sus preocupaciones sobre posibles efectos negativos de la regulación. En particular, advierte que aspectos como desviaciones respecto a la legislación europea de derechos de autor, demoras en los procesos de aprobación o la obligación de revelar secretos comerciales podrían frenar el desarrollo y despliegue de modelos de IA en Europa, afectando la competitividad regional.
Google reafirma su compromiso de colaborar con la Oficina de Inteligencia Artificial de la UE para asegurar que el código sea proporcional y adaptable a la evolución rápida y dinámica del sector. Además, la empresa se posiciona como una voz activa en favor de un enfoque que fomente la innovación y atraiga inversión, beneficiando al conjunto del ecosistema europeo.
Con esta decisión, Google se distancia de la postura adoptada por otras grandes compañías tecnológicas, como Meta, que han mostrado reservas ante las normativas europeas, y refuerza su apuesta por trabajar dentro del marco regulatorio para impulsar el desarrollo responsable y competitivo de la inteligencia artificial en Europa.











