El inicio de la presidencia de Donald Trump ha generado un terremoto en el panorama económico y geopolítico mundial. Mientras la Unión Europea observa con atención la nueva estrategia del país norteamericano, expertos tecnológicos advierten que esta nueva era obliga a la UE a impulsar su independencia en el ámbito de las tecnologías de la información. No es para menos si tenemos en cuenta que en este momento la soberanía IT de Europa frente a Estados Unidos es prácticamente inexistente. Se estima que cerca del 90 % de los datos europeos están en manos de empresas estadounidenses. Además, las compañías americanas dominan el mercado del cloud con un 85 % de cuota, con Azure, AWS y Google Cloud como grandes protagonistas. A esto se suma una normativa europea laxa en cuanto a licitaciones para empresas extranjeras. Una dependencia europea que se hace más evidente en situaciones de tensión geopolítica y posibles sanciones internacionales, donde un sistema que sustenta a una compañía puede ser bloqueado en unos instantes. Datos recientes muestran que el 40 % de las empresas europeas utilizan el cloud, cifra que en Finlandia supera el 70 %. En España, según el DESI 2024, la cifra desciende al 27 %.
Desde Pandora FMS (compañía que permite observar y medir todo tipo de tecnologías, independientemente de dónde se encuentren) Sancho Lerena, su CEO, manifiesta tras ver los pasos que está siguiendo Trump que «Europa tiene empezar a caminar sola si no quiere depender de Estados Unidos en todas sus decisiones económicas». «La economía digital actual se basa en la obtención, almacenamiento y gestión de datos, y estos procesos no pueden depender únicamente de compañías extranjeras», sentencia.
Y, aunque la UE ya está desarrollando iniciativas como redes sociales propias, un cloud puramente europeo y plataformas middleware para crear espacios comunes de datos como SIMPL, estas medidas no son suficientes, ya que las soluciones extranjeras siguen siendo más competitivas en términos económicos, según el experto. «Debemos apostar por la tecnología europea y, en nuestro caso, española, porque existen opciones para hacerlo. La caída de CrowdStrike demostró que una estructura no puede depender de un solo pilar», señala Lerena. Pandora FMS fue contactada por la NASA gracias a la calidad de su producto, pero al no ser estadounidense, no tuvo posibilidad de ganar el contrato. «Debemos implementar algo similar en la UE, de lo contrario, el proceso será mucho más lento», observa el directivo.
En su opinión, la gestión de datos será clave. La UE prevé que países como España tengan un 25 % de empresas utilizando IA y big data a finales de este año. Para 2030 se espera que el 75 % de las empresas europeas usen la nube, IA o big data, y que los servicios públicos estén disponibles al 100 % en línea. Para proteger esta cantidad de datos, la independencia tecnológica será esencial, concluye.