Aunque a veces el camino de la vida se tuerza, aunque no encontremos razones para celebrar, aunque el presente no sea el esperado y el futuro una quimera difícil de descifrar, siempre hay una razón para volver a sonreír.
Tal vez no sea el mejor momento para celebraciones. Tal vez estemos demasiado cansados de restricciones y temores. Tal vez no sepamos hacia donde nos dirigimos o nos dirigen, pero recordemos que siempre habrá una estrella que nos guie. Busquémosla. Recuperemos la ilusión que nunca debió irse. Descubramos de nuevo la esencia de la Navidad.
Feliz Navidad.