El Gobierno ha aprobado el anteproyecto de ley de gobernanza de la Inteligencia Artificial (IA), con el objetivo de garantizar un uso ético e inclusivo de la IA. Este marco normativo adapta la legislación española al reglamento europeo de IA, promoviendo una regulación que favorezca la innovación. Según Óscar López, ministro de Transformación Digital, la IA tiene el potencial de mejorar la vida humana, pero también puede ser usada de manera perjudicial, por lo que es crucial establecer una gobernanza adecuada para su uso.
El anteproyecto de ley, que se tramitará con urgencia, seguirá su proceso legislativo antes de ser aprobado como proyecto de ley y enviado a las Cortes para su ratificación. El reglamento europeo busca establecer un marco legal común para el desarrollo y uso de la IA, prohibiendo prácticas maliciosas y estableciendo requisitos de transparencia y seguridad, especialmente en sistemas de alto riesgo. Además, se introduce un derecho digital que permite la retirada provisional del mercado de sistemas de IA que causen daños graves.
Entre las prácticas prohibidas se incluyen el uso de técnicas subliminales para manipular decisiones, la explotación de vulnerabilidades en ciertos grupos de personas, y la clasificación biométrica para discriminar por características como raza o orientación política. El anteproyecto establece sanciones severas, que pueden ir de 7,5 a 35 millones de euros, para quienes incumplan estas normas. Las autoridades encargadas de supervisar estas prácticas serán diversas, como la Agencia Española de Protección de Datos o el Consejo General del Poder Judicial.
En cuanto a los sistemas de alto riesgo, como los utilizados en industrias críticas, transporte o educación, deberán cumplir estrictos requisitos de gestión de riesgos, transparencia y supervisión humana. Las infracciones graves, como no comunicar incidentes significativos o no cumplir con las normas de calidad, conllevarán sanciones económicas de hasta 15 millones de euros. Estos sistemas estarán bajo la vigilancia de las autoridades pertinentes, dependiendo del sector afectado.
Por último, el reglamento europeo establece la creación de «sandboxes» o entornos controlados para la innovación en IA, donde los desarrolladores pueden probar sus sistemas antes de su comercialización. España ya ha anticipado esta medida con una convocatoria para probar sistemas de alto riesgo en un entorno controlado, con el objetivo de mejorar la comprensión y el cumplimiento de los requisitos de la ley. Esta iniciativa refleja el compromiso del país con la innovación responsable en el ámbito de la IA.