Una CDN o red de entrega de contenidos es una herramienta indispensable si nuestra empresa está planteada a nivel internacional y nuestras páginas web tienen que dar servicio a miles de usuarios en todo el mundo.
Como empresa, la primera premisa es que nuestros clientes tengan una buena experiencia al entrar en nuestra página web. Que nuestro site se quede colgado o que tarde demasiado en acceder a lo que desean, puede convertirse en un verdadero problema, puesto que ese cliente decidirá no volver a consultar la página. Este tipo de comportamiento se da en las páginas web cuando muchos usuarios tratan de acceder a ellas, colapsándolas y dejando pasar el tráfico que proviene de lugares geográficamente más cercanos por encima de aquellos que están más lejos. La solución a este tipo de inconvenientes es la red de entrega de contenidos (CDN o content delivery network).
La idea es sencilla, una CDN es una red en la que existen numerosos servidores ubicados en distintos puntos geográficos. Estos servidores contienen, a su vez, copias locales de contenidos que se encuentran en nuestro servidor. El objetivo de estas copias es maximizar el ancho de banda para mejorar el acceso a estos datos, de forma que, cuando un cliente accede a nuestros archivos, en vez de conectarse al servidor más cercano a nuestra empresa, se conecta al servidor que esté ubicado más cerca de su terminal.
Se pueden compartir y copiar todo tipo de archivos multimedia, documentos y software a través de una CDN, pero también pueden realizarse copias locales de otro tipo de componentes de entrega de Internet, como DNS, rutas o consultas de base de datos. Este último elemento, siempre y cuando se pida el permiso pertinente a la LOPD y la información de la consulta no tenga una protección especial.
En definitiva, las CDNs surgen como respuesta al actual problema de las páginas web centralizadas, que no es otro que el de conseguir una respuesta en poco tiempo y con la mínima pérdida de información. Esto se logra teniendo el contenido lo más cerca posible de los usuarios que lo demandan. Contar con una CDN aporta numerosas ventajas como la reducción en la carga de los servidores y de la latencia, un incremento del ancho de banda, un aumento del web caching y la posibilidad de contar con una red de tráfico distribuida.
Arquitectura de una CDN
Podemos decir que la arquitectura de una red de entrega de contenidos está formada por cuatro tipos de componentes: el componente de entrega de contenidos, componente de enrutamiento de solicitudes, el componente de distribución de contenido y el componente de contabilidad.
- Componente de entrega de contenidos: este sería el servidor de origen y un conjunto de servidores sustitutos para replicar el contenido.
- Componente de enrutamiento de solicitudes: mediante este componente los usuarios solicitan directamente la información a los servidores sustitutos. A su vez, este componente interactúa con el componente de distribución para mantener y actualizar el contenido.
- Componente de distribución de contenido: mueve el contenido desde el origen a los servidores sustitutos y asegura su consistencia.
- Componente de contabilidad: mantiene los registros de los accesos de los clientes y los registros de uso de los servidores. Además, ayuda a la presentación de informes de tráfico y facturación basada en el uso.
Es precisamente este tipo de arquitectura la que hace que las empresas consigan otros beneficios añadidos. Gracias a las CDNs las empresas que cuentan con estas redes tienen una mayor capacidad de conexión, disminuyen el tiempo de respuesta de entrega de información al usuario, reduciendo la pérdida y demora de paquetes, ya que trabajan con nodos cercanos al usuario. Se disminuyen también los costes asociados a la entrega de contenidos, se puede asegurar al cien por cien la disponibilidad de la información, incluso si se cae algún servidor y, además, permite obtener estadísticas de comportamiento de usuarios basadas en el registro de páginas visitadas o ubicación geográfica, entre otros parámetros.
Además de los beneficios que pueda aportar una CDN, estas redes pueden utilizarse para cumplir una serie de objetivos o requisitos para el negocio. A la hora de hablar de escalabilidad no podemos olvidar que una CDN tiene una importante habilidad para expandirse, con lo que se consigue manejar grandes cantidades de datos, usuarios y transacciones, tanto existentes como potenciales. Además, tiene la capacidad de entregar contenido dinámico y de calidad a un bajo costo operacional. Esto supondría una ventaja interesante, si la tendencia hacia el pago por contenidos de calidad, acabase por convertirse en una realidad.
En cuanto al panorama de la seguridad, una CDN ofrece protección del contenido contra modificaciones y accesos no autorizados, y requiere una red física, software, datos y procedimientos de seguridad. Esto podría suponer, a largo plazo, una reducción de las interrupciones del negocio mediante la lucha contra los ataques de denegación de servicio y otras actividades maliciosas.
Además, podemos afirmar que una CDN es una solución fiable, que cuenta con una importante capacidad de respuesta y de rendimiento, ya que la los servicios de nuestra empresa estarán siempre disponibles desde cualquier punto del mundo, es posible atajar las interrupciones de la red y la experiencia del usuario final será muy positiva gracias a su rapidez y eficacia.
¿Qué pensáis a cerca del uso de las CDN? ¿Cuántos las utilizan actualmente?