Es uno de los segmentos tecnológicos que más valor atesora. Los entornos críticos, donde el servidor sigue manteniendo su parcela de protagonismo a pesar de la pujanza de otros elementos, se tornan en el corazón de la infraestructura de una empresa. Unos servidores abocados a entenderse a la perfección con las herramientas de software, que representan la inteligencia, y arropados por un conjunto de servicios que permiten a las empresas hacer que la tecnología se convierta en un elemento de productividad. Bull, Fujitsu, IBM y Oracle pintan este panorama crítico.
Mucho más allá de la gran empresa
Mucho está cambiando la personalidad de los mainframes y del entorno de los grandes servidores. El descenso en sus precios, sin perder ni un ápice de capacidad y prestaciones, ha acercado estas máquinas a nuevos entornos, mucho más allá de sus tradicionales dominios vinculados con la gran banca, el gobierno y las grandes empresas. Edurne Goiriena, directora de grandes sistemas de IBM SPGI, dominador de estos grandes entornos, explica que la estrategia del gigante azul ha sido adecuarse, en precio y solución, a clientes de tamaño más reducido. “Hay que cambiar la idea de que los grandes servidores son sólo para los grandes clientes. El mercado ha cambiado”, aseguró. “El mainframe no es sólo para las grandes entidades financieras o el gobierno”. ¿El camino? “La clave es adecuarse al mercado y saber dónde puedes dar valor. Y aquí entran las soluciones, el hardware y el software. Los grandes servidores ya no cuestan 5 millones de dólares, hoy es posible acceder a un mainframe por 70.000 dólares”.
Una estrategia que ha tenido sus frutos; el mejor, sin duda, en los resultados que obtuvo este entorno en el trimestre que cerró el año 2012: fue el periodo con más crecimiento en los 50 años de historia del mainframe. Edurne Goiriena introduce, además, el elemento de la tecnología híbrida que IBM adoptó hace unos años en forma de un centro de datos, optimizado, en el que es posible la convivencia de todos los sistemas operativos del mercado. “Las ventajas competitivas y el coste de propiedad está permitiendo un beneficio, sobre otras plataformas, de hasta un 50 %”, asegura.
La buena marcha de este apartado también es una buena noticia para una empresa como Oracle, focalizada sólo en los mercados de servidores de gamas medias y altas. Tal y como explica Manuel Vidal, director de preventa de hardware de Oracle Ibérica, su mensaje hacia los clientes es claro: la consolidación de sus parques. “Deben consolidar sus plataformas, integradas por numerosos servidores, hacia un número más pequeño de máquinas; lo cual conduce al ahorro”. Una consolidación que no está únicamente protagonizada por servidores Unix sino, y sobre todo, por máquinas x86, “que son poco eficientes y difíciles de gestionar. Son granjas en las que el cliente pierde más dinero por la gestión que por la inversión de la propia plataforma”. Vidal confirma que el entorno x86 no es interesante para Oracle. “No hay margen para la marca”.
La solución, la base de todo
La renovación tecnológica en el entorno de los servidores mantiene su ritmo ya que la inversión que realizan estos proveedores es muy grande. “Seguimos sacando servidores más rápidos, más fiables y con mayor capacidad. En este apartado, nuestra industria ha sido, es y será siendo muy eficiente”, apunta Manuel Vidal, de Oracle.
Una renovación necesaria, sin duda, pero que no es el principal factor que pesa en las decisiones de los clientes. “Es fundamental este avance tecnológico y el desarrollo del I+D en el entorno del servidor”, concede José Camacho, director de la división de computing solutions de Bull España. “Pero ha tomado mucha importancia la solución completa: es la que manda, junto a la manera de consumirla”. Y aquí introduce el “nuevo” modelo de la nube, que también está presente en este entorno.
La simplificación juega un papel esencial en la “construcción” de esta solución. Manuel Vidal asegura que, frente a algunas empresas que “tienen grandes intereses en los procesos de integración tecnológica, y que optan por una mayor complejidad”, en Oracle han optado por sistemas de ingeniería conjunta. “El time to market se reduce por 10 y simplificamos la manera en la que la tecnología se entrega a los clientes”.
En este apartado, el discurso de IBM también juega a “copilar” y lo hace en nombre de los estándares: sus modelos híbridos, además de correr sobre cualquier sistema operativo, incorpora aplicaciones de ISVs. “Contamos con acuerdos con SAP u Oracle, por ejemplo. Y estamos desarrollando el área de Linux, con alianzas con Red Hat y SuSE. El objetivo es que, ante el cliente, se sirva una solución, no una tecnología concreta. No se trata de venderle sin más, por ejemplo, una aplicación de analítica sino de hacerle ver las ventajas que ésta le puede aportar a su negocio, a la hora de detectar mecanismos de fraude on-line o de conocer, en tiempo real, los hábitos de consumo del cliente final”.
Ahora bien, además de la solución, se hace necesario el soporte y el mantenimiento posterior. Adriano Galano, business development manager product sales group de Fujitsu, indice en estos elementos críticos. “Hay que entender el proceso tecnológico completo y ver qué papel juega el servidor en él. Es fundamental pensar en el cliente de nuestro cliente y aportar una solución a su negocio. Nuestro cliente busca optimizar su negocio y minimizar el riesgo. Las TIs no pueden bloquear a la organización”.
Una labor que incluso puede tomar un cierto carácter “corporativo”. José Camacho, de Bull, resalta la capacidad de la industria TI para innovar, sin embargo presenta la duda de si los proveedores la están aprovechando para servir de palanca de innovación para otros segmentos. “Estamos dando más capacidad de cómputo, con un coste menor, más facilidad y con una enorme reducción en el consumo; pero me queda la duda de si el cliente aprovecha al máximo toda esta capacidad”.
España, país de oportunidades
El actual panorama económico ha traído al segmento relacionado con los servidores y, por ende, a los centros de datos nuevos aíres. Adriano Galano, de Fujitsu, asegura que la crisis ha situado el consumo energético como prioridad en la estrategia de los CIOs. “Lo que ha traído aparejado la aparición de nuevas tendencias como los procesadores de bajo consumo”. Junto a ello, las empresas nacidas al amparo de Internet, como Google o Facebook, han generado un nuevo concepto del centro de datos. “Hay una serie de elementos disruptivos que se están generando y que van a incidir en el entorno de los servidores”. Uno de ellos, sin duda, es la convergencia que ya se ha producido en este entorno. “En las organizaciones existe una nueva manera de trabajar alrededor del servidor, que presenta un concepto mucho más convergente: las barreras entre el almacenamiento, el servidor y las redes se han diluido. Todo está mucho más integrado”.
Respecto a España, el clima que respiran el cuarteto de proveedores presenta, en mayor o menor medida, tintes optimistas. Manuel Vidal, de Oracle, cree que nuestro país presenta variables que conducen hacia el portal del crecimiento. “España tiene el gasto por PIB en TI más bajos de Europa; una situación que se está corrigiendo”, apunta. Junto a ello, el cambio en el modelo económico también se observa como una oportunidad. “Estamos pasando de un modelo basado en el segmento de la construcción, que no consumía tecnología y que llegó a suponer el 20 % del PIB, a otro en el que toman mayor peso los emprendedores, que están arrancando con negocios basados en TI”. Anota, además, el crecimiento de las exportaciones, que han superado los 200.000 millones de euros, por primera vez en la historia; y el ascenso del turismo, que mueve una cifra de 60.000 millones de euros. “Dos segmentos consumidores de tecnología”, remata.
José Camacho, de Bull, presenta un discurso con un toque más “realista”. Reconoce que son buenos datos pero puntualiza que son puntuales. “Pueden crear tendencia y romper el pesimismo en el que nos encontramos pero todavía no es así”. Y apunta una preocupación: desde 2009 la inversión que se dedica a la I+D+i ha caído un 40 %. “Es un dato demoledor porque nos hemos cargado en 3 años décadas de crecimiento”, enfatiza. “Es un segmento que consume tecnología con mucho valor porque la necesita tanto en el proceso de investigación como en el posterior de la producción”.
El optimismo también cala en el lado de Fujitsu. Adriano Galano asegura que España tiene un enorme potencial. En el caso de la compañía nipona, la inversión que está realizando en suelo patrio compensa la deficiencia del modelo público. “La crisis es una situación circunstancial, basada en factores económicos, y un día cambiará”, preconiza. “España vive un momento de oportunidad y los proveedores tecnológicos contamos con dos retos: potenciar la transformación del tejido empresarial y apoyar a los emprendedores, que se han quedado solos. Las empresas no sólo tienen que transformar su infraestructura, sino también su modelo de negocio”.
La crisis, además, no ha podido borrar uno de los valores fundamentales de los que hace gala la industria tecnológica: su buen funcionamiento. José Camacho, de Bull, apela a su eficiencia, a la sana competencia que presenta y a la alta innovación que genera. “Estamos ayudando a otras industrias a cambiar el panorama y a mejorar. Somos creativos y generamos riqueza”.
¿Nuevos competidores?
Aunque, por el momento, no parece afectar al segmento crítico en el que se mueven los grandes servidores, hay quien observa con una cierta preocupación la irrupción a nivel mundial de ciertas marcas con oferta en el entorno x86. José Camacho, de Bull, alerta que es un entorno en el que se mueven muchas unidades y donde están apareciendo nombres con un cierto volumen. “Son empresas que empiezan a comercializar, a nivel mundial, decenas de miles de unidades y que quizás, poco a poco, vayan subiendo en su nivel de clientes; lo que puede generar nuevos competidores”. Reconoce que no es fácil esa escalada, pero también alude al carácter atractivo y rentable que tiene la industria tecnológica. “No es fácil, por supuesto, porque las barreras tecnológicas son grandes y costosas, pero hay que estar pendiente de estos posibles nuevos jugadores”, alerta.
La globalización del mercado lleva aparejada la aparición de nuevos actores. “Proceden de un entorno relacionado con el commodity; que juegan en un segmento low cost”, sitúa Adriano Galano, de Fujitsu. “Hay varios fabricantes orientales que proceden de China y Taiwán, lugares donde se sitúan las fábricas de procesadores”. Y llegarán a España. “Tendrán precio”, confirma. “Pero vender un servidor no se acaba con la venta: hay que mantenerlo, lo que requiere un soporte, con un equipo humano formado destinado a tal fin. Y esto no lo tienen las nuevas compañías”, remata.
Oracle entona un mensaje más tranquilo, protegido por el valor del software. “¿Qué va a hacer un nuevo jugador sin software?”, se pregunta Manuel Vidal. “No nos preocupa por el valor que le concedemos al software. Y los clientes que valoran mucho el software, que es el segmento en el que se mueve Oracle, no utilizan este tipo de plataformas”.
Parecida sintonía entona IBM. “La clave es adaptarse al mercado para ofrecer una respuesta a cualquier cliente”, asegura Edurne Goiriena. “Y adecuar los precios para aportar más valor que esos nuevos jugadores que van a llegar”, continúa. “La potencia reside en dar la solución completa, no sólo el servidor”.
El canal, clave en la estrategia
La red de distribución se torna en fundamental para algunos proveedores. Es el caso de IBM, que ha desarrollado en el área de los grandes servidores una red de socios, reducida, centrada en la calidad y la especialización, que está respaldada por una organización interna formada por más de 100 personas. “La apuesta por el canal es muy clara”.
También en Fujitsu hay un grupo de socios especializados en este apartado crítico. Dentro de su programa de partners, existe un nivel, Select Expert, que cuenta con diferentes especializaciones, una de ellas centrada en el desarrollo de este entorno. “Implica un nivel de conocimiento importante” reconoce Adriano Galano. “A cambio, la inversión de la compañía en el canal ha crecido”.
En el caso de Oracle, la compra que hizo de Sun aumentó la “conciencia” acerca de la importancia del socio. Manuel Vidal se atreve, incluso, a hacer una recomendación a los distribuidores. “Deberían potenciar la cooperación entre ellos. Hay muchas empresas pequeñas, que no cuentan con la masa crítica suficiente para hacer una cobertura nacional y dar un servicio global. Si colaboraran conseguirían más negocio”.
La formación, imprescindible en este entorno crítico, se torna en un elemento costoso para el canal. El directivo de Oracle reconoce que las empresas que invierten mucho en I+D, como es su caso, someten al canal a un alto ritmo de innovación. “Al final permanecen en este canal cualificado los más preparados. Las plantillas de los distribuidores no son lo suficientemente grandes para contar con especializaciones en cada línea de negocio y se forman en los productos más troncales”.
Pero la inversión, al menos como lo observa IBM, recibe su retorno. “El canal recibe lo que invierte: cada vez tenemos más partners por lo que el esfuerzo les debe compensar”, apunta Edurne Goiriena.
El servidor, ¿un commodity? (cuadro en 2ª)
Ante el empuje de la solución como la punta de lanza en el cliente, cabe la posibilidad de que el servidor pierda cierto valor y empiece a adoptar una personalidad más cercana al “commodity”. Según explica Adriano Galano, de Fujitsu, hay un segmento de servidores, ubicados en los mercados de entrada, que sí presenta cierta carga estándar, lo que ha permitido que el servidor gane en popularidad. “Es positivo para la industria porque la popularización que adquiere la tecnología permite hacer crecer la potencia, reducir el consumo energético y reducir el precio”.
Ahora bien, a medida que se escala en el número de procesadores, esa estandarización se va perdiendo y la carga tecnológica que imprime cada proveedor es mucho mayor, inyectando en los equipos su propia innovación y desarrollo. En estos entornos de misión crítica, abonados al mainframe y a los sistemas Unix, se exige disponibilidad continua, soporte 24×7 y unas aplicaciones que se entiendan a la perfección con la infraestructura; lo que les aleja del concepto “estándar”.
En España, el mercado relacionado con Unix sigue creciendo; una tendencia muy diferente a lo que produce en Europa, donde estas máquinas decrecen. A juicio de Galano, esto demuestra que “el comprador tiene muy claro que opta por unos sistemas que no sólo son críticos en el hardware sino también en el sistema operativo y en las aplicaciones. Y en el servicio que se presta después”.
El software, ¿un inhibidor en la renovación en los servidores? (cuadro en 4ª)
Hermanar la renovación del servidor con el aplicativo que corre sobre él provoca, en ocasiones, algún desajuste. José Camacho, de Bull, recuerda que el “I+D va mucho más rápido en el segmento del hardware que en el apartado del software”. Una realidad a la que se suma el hecho de que mientras que el hardware se refresca cada 4 años, la vida media de una solución de software en una corporación es de 17 años. Así lo calcula Manuel Vidal que reconoce que, en ocasiones, las ofertas de refresco de la plataforma tecnológica se ven dificultadas por el software que corre sobre ellas.
Migrar el software se torna más complicado en estas plataformas críticas. Adriano Galano, de Fujitsu, asegura que los proveedores trabajan en pos del hermanamiento. “Cuando sale una nueva versión de un software se hacen las adaptaciones tecnológicas pertinentes para que la integración sea un hecho. Luego, es cierto, hay que observar el ciclo tecnológico que vive cada organización y cómo se va a articular el proceso. Y, muchas veces, el freno está en esta parte del proceso”.
Para solventar la cuestión, todos los proveedores buscan la “entente”. En el caso de Fujitsu, gran parte de su estrategia reposa en las alianzas estratégicas con Oracle, SAP o Microsoft. Por su parte, la filosofía de IBM para evitar que el software sea un inhibidor es su apuesta por la adaptación a todos los estándares del software y que todo se integre en la misma plataforma. En el caso de Oracle, la marca mantiene la compatibilidad binaria de SPARC Solaris desde 1997; lo que permite que cualquier software que corra sobre Solaris 8 se integre, encapsulado, en cualquiera de sus actuales máquinas.
El perfil más integrador y “conciliador” corresponde a Bull. Tal y como recuerda José Camacho, al no contar con oferta de middlware propietaria, sus esfuerzos van hacia la integración con todas las plataformas. “Nuestro rol es de integrador y así va a seguir siendo”.