El éxito de las aplicaciones móviles dependerá de la capacidad de automatizar los procesos de desarrollo y prueba que aseguren su funcionamiento correcto en diferentes dispositivos y plataformas. Así, el desarrollo de aplicaciones para Android exige tener en cuenta más de 130 dispositivos diferentes y siete plataformas software distintas en dos conjuntos de firmware.
El objetivo es evitar la realización de las pruebas tanto en el desarrollo como durante los ciclos de vida de las aplicaciones y asegurar que las aplicaciones se ejecutan correctamente desde el primer momento en que “ven la vida”.
El futuro del testing de móviles no puede quedar limitado a programadores que trabajen en proyectos nicho. “El nuevo modelo exige equipos de trabajo formados por desarrolladores y testers que, en base a su creatividad y experiencia, sean capaces de crear un código robusto que cumpla con los retos del móvil. Hay que asegurar que las aplicaciones tengan “valor de negocio” y los procesos de prueba no deben perjudicar los plazos de desarrollo”.
Decálogo de Micro Focus para crear aplicaciones móviles
Reutilizar. Por definición, el desarrollo de aplicaciones móviles es un movimiento vinculado al entorno. Los sistemas deben soportar los frecuentes cambios y mantener el ritmo de las rápidas evoluciones.
Mantenimiento. Los scripts de pruebas móviles tienen que poder ser modificados de manera sencilla y facilitar la portabilidad entre plataformas para evitar trabajar dos veces, evitando retrasos y costes añadidos.
Uso real que se le dé al móvil. Igual que nosotros percibimos que “el mundo real” cambiará, las aplicaciones móviles deberían ser testadas en el momento en el que los usuarios las usen.
Lenguajes estándar de la industria. Algunas cosas son más estables. Java o C# se integrarán en otros sistemas de suministro continuo.
Múltiples dispositivos. La solución de testing debe soportar los múltiples cambios que se producen en plataformas de desarrollo móvil de última generación.
Pruebas de rendimiento óptimo. La precisión es de suma importancia en las pruebas de rendimiento. Deben trabajar con tráfico real desde aplicaciones nativas que imiten el tráfico de aplicaciones reales.
Usar emuladores y simuladores. Eliminar el trabajo de campo usando un software que imita las acciones de diferentes dispositivos.
Simular el ancho de banda real móvil. Test para el mundo real, cubriendo y replicando velocidades reales de ancho de banda móvil, como GPRS, EDGE, UMTS, HSDPA, HSPA + y LTE.
Escalabilidad. Teniendo en cuenta algunas variables, el futuro va a ver más gente usando estas aplicaciones, por eso, hay que hacer escalable el testing móvil a una escala global.
Identificar el subconjunto de pruebas correctas. No es realista testar cada aplicación en cada uno de los sistemas operativos, hay que identificar sus principales usuarios – y recalibrar el alcance requerido.