Diferenciarse es fundamental en un mundo tan competitivo como el tecnológico. Muchas son las empresas que están apostando por el 5G pero tan solo Orange y Ericsson las que han hecho una prueba real en España. Para ello han utilizado una estación base 5G con la que se ha conseguido la cobertura necesaria. Un dispositivo que simulaba la experiencia de un usuario a pie de calle, con velocidades superiores a los 15 Gbps. Y una furgoneta en movilidad, en los alrededores de la sede madrileña de Ericsson, en la que mostraron un vídeo 4K en streaming, en movimiento. De esta manera destacaron las prestaciones que el mismo ofrece.
Una tecnología que Tomás Alonso, responsable de ingeniería de producto de Orange y Guillermo Quintana, director de banda ancha móvil de Ericsson, comentaron que se complementará con las soluciones 4G, cohabitando con el mismo y con un salto de una a otra que será más prolongado que en situaciones anteriores, ya que aseguran que el 4G tiene mucho recorrido, incluso cuando el 5G ya esté aquí. Sin embargo recordaron que tendrá que afrontar retos normativos, de infraestructura y tecnológicos.
Aludieron a la necesidad de transformar la manera en la que las operadoras despliegan su infraestructura, y a que todo el ecosistema se adapte al cambio que viene a la hora de desplegarla. Al tiempo que recordaron que se va a cambiar la manera en la que se construyen las redes. Y a nivel tecnológico se van a dar un gran número de gigabits por segundo y se rebajará notablemente la latencia, a menos de un milisegundo, algo que permitirá no solo que muchos más dispositivos estén conectados al mismo tiempo, sino que respondan de manera más rápida a las órdenes remotas. Así se verán la luz también aplicaciones como la conducción automática de los coches y operaciones quirúrgicas remotas mediante robots, por poner algunos ejemplos.