El puesto de trabajo se adaptará al estilo de vida actual, con el trabajo flexible por bandera y una gran parte de trabajadores freelance. Será inteligente, con la inteligencia artificial como premisa para remodelar los negocios, los asistentes virtuales inteligentes como punto clave y la autenticación biométrica proporcionando un enfoque de seguridad mayor y menos intrusivo. La colaboración efectiva será otro de sus rasgos predominantes, por lo que los viajes diarios se reemplazarán por reuniones virtuales y las oficinas pasarán a ser medioambientales, admitiendo el trabajo en remoto y la colaboración.
Además, las compañías trabajarán asociándose con las start-ups o con empresas de otros sectores y regiones. La co-creación será una parte fundamental de los ecosistemas digitales. Y el crowdsourcing mundial impulsará una nueva era de escala. Todo ello con los millenials como protagonistas de la fuerza de trabajo, aunque también se espera que muchas economías importantes hayan elevado la edad actual de jubilación para aliviar la presión sobre las pensiones y reducir la escasez de habilidades creada por el cambio demográfico.
Estos son los datos extraídos de un estudio llevado a cabo por Fujitsu, junto a la consultora PAC, tras entrevistar a 1.278 altos responsables de la toma de decisiones de organizaciones y del sector público de Europa, Oceanía y Europa del Norte.
El caso español
La realidad que se espera en España, según las empresas encuestadas, indica también a los millenials como trabajadores predominantes, con un puesto de trabajo que se abrirá a una mayor colaboración, aunque hoy en día el 80 % de los encuestados consideran que sus prácticas actuales no son lo suficientemente flexibles para sacar lo mejor de su trabajo, y el 92 % apunta a que la tecnología actual está reteniendo la creatividad y productividad de los empleados. La incapacidad de adaptarse a un entorno cambiante afecta a otro 30 % de líderes empresariales, mientras a un 71 % le preocupa que la ciberseguridad actúa como freno en la productividad, lo cual produce un impacto negativo.
El punto positivo lo aportan los cambios que las empresas españolas están llevando a cabo en sus políticas corporativas y sus estrategias tecnológicas para prepararse para el futuro. Así, entre estos cambios figuran crear un equilibrio entre la vida personal y laboral. De hecho, un 71 % ya tiene planificado adoptar sus políticas para lograrlo, un 70 % trabaja para conseguir una experiencia laboral más ágil y un 43 % está sentando las bases para mejorar el intercambio de conocimientos entre generaciones.
Para el 55 % la seguridad se convierte en una prioridad, por lo que la mayoría de las compañías implementará tecnologías biométricas, analítica contextual y de comportamiento para ofrecer un enfoque de autenticación más efectivo y menos intrusivo. Para alcanzar todo esto, un 92 % de las empresas buscará un partner.
Entre las deficiencias detectadas en el puesto de trabajo figura el enfoque actual, que frena la capacidad de fomentar una cultura de innovación dentro del negocio, para adaptarse a un entorno competitivo cambiante, viendo como un gran desafío para la productividad la complejidad tecnológica, así como el envejecimiento tecnológico y de la supervivencia a largo plazo del negocio. Futuro que desde Fujitsu instan a abordar antes de que se vuelva inmanejable la situación.