Sigue en vigor el eterno debate sobre la flexibilidad laboral y es que, aunque somos el país que más satisfacción muestra por parte de los empleados con respecto a las empresas en las que trabajan, también lo es el hecho de que la penetración de esta práctica es más bien anecdótica, ya que si bien un 65 % de los encuestados reconocen que sus compañías facilitan esta actividad, tan solo un 13 % trabaja más del 50 % de su jornada laboral en casa, a pesar de ser uno de los países europeos que cuenta con más sistemas de TI habilitados para dispositivos táctiles (69%), mesas de trabajo flexible (63%), iniciativas de Bring-Your-Own-Device (63%), espacios de trabajo abierto (83%) y posibilidad de recibir formación para el manejo de herramientas TI (87%). Así se desprende del estudio “El trabajador del futuro: Evolución del puesto de trabajo en la era de la transformación digital”, presentado por Cornerstone OnDemand, proveedor de software para la gestión del talento, y la consultora IDC. Una modalidad de trabajo que provoca “felicidad laboral y que influye en la lealtad del empleado hacia la empresa”.
Además, son muchas las empresas españolas que obtienen una baja puntuación en cuanto a la aceptación del trabajo desde el hogar (68%), la aceptación de la movilidad de los empleados internos (86%) y el soporte de TI en remoto (76%). ¿Por qué ocurre esto? En parte porque son los propios directivos los que no apoyan la flexibilidad al considerar que no tiene ningún valor. Así lo afirma el 31 %, según el estudio.
De la mano de la transformación digital
Y ello a pesar de los grandes cambios que está provocando la transformación digital en la gestión de los Recursos Humanos, sobre todo de cara a los empleados, que cada vez más reclaman contar con entornos de colaboración flexibles, con acceso a tecnologías de consumo. Algo que presenta grandes retos a estos departamentos. Aunque los mismos siguen siendo bastante conservadores, en comparación con el resto de países europeos, valorando, sobre todo, la administración de los empleados, el procesamiento de nóminas y el reclutamiento. Algo que ya está empezando a revisarse por parte de estos departamentos, con la mirada puesta en la provisión de mejoras de herramientas de autoservicio para directivos y empleados, así como la previsión de falta de capacidades, riesgos de sucesión y retención, y de compensación, esenciales en un futuro muy cercano, en el que los Recursos Humanos tendrán un papel más estratégico y analítico.
Otro dato a tener en cuenta, que también nos trae la transformación digital, viene de la mano del trabajo colaborativo, algo a los que nuestras empresas consideran de vital importancia, por lo que la mayoría los encuestados esperan que sus empleados asuman nuevas responsabilidades, y colaboren más.
Por todo ello Vincent Belliveau, vicepresidente ejecutivo y director general de Cornerstone OnDemand en Europa, Oriente Medio y África (EMEA), afirma que tras la encuesta se puede ver que “se necesita una mejor alineación entre los profesionales de Recursos Humanos y los directivos, para que los primeros redefinan sus roles como socios estratégicos dentro de la organización y adaptarse a este ambiente cambiante, controlando la presión que sienten hacia sus jefes” porque, prosigue. “aquellos que tienen éxito serán quienes sean capaces de empoderar a su gente para apoyar el negocio a través del cambio y del crecimiento”.