España se sitúa en el puesto 45 entre los países más desarrollados en materia de digitalización de su economía. Este dato contrasta con la posición número 14 por volumen del PIB. Este desajuste se ha puesto de manifiesto en el estudio sobre la «Digitalización de la Actividad Económica en España 4.0», elaborado por la consultora Roland Berger y patrocinado por Siemens.
El informe, que ha analizado el estado de la transformación digital en los sectores económicos más relevantes, señala que la práctica totalidad de las empresas consideran que la transformación digital ofrece beneficios tanto cuantitativos, en los resultados económicos de las compañías a través de la mejora de la cifra de negocios y la optimización de costes, que pueden bajar hasta un 20 %, como cualitativos por el impacto en la organización y el nivel de bienestar de los empleados.
El informe estima que, a nivel macroeconómico, la digitalización podría suponer un incremento de 120.000 millones de euros sobre el VAB (Valor Añadido Bruto) en 2025 en los sectores analizados.
El estudio considera que la resistencia al cambio es uno de los factores más importantes que obstaculizan el proceso de digitalización. Los costes que exige el proceso de transformación, la falta de competencias y la ausencia de una oferta adaptada al mercado, son otros de los aspectos que señalan los directivos entrevistados para el informe.
Sectores
El análisis revela que las empresas españolas dominan los usos digitales básicos, pero no los más avanzados. Sólo un 38 % de las empresas cuentan con una estrategia digital formalizada y un 26 % todavía no tienen un responsable del área digital. La falta de apuesta por el desarrollo de lo digital se plasma en la formación a los empleados, ya que el 20 % no realiza ningún tipo de formación digital y, del 62 % de las empresas que sí lo han ofrecido, sólo se han beneficiado de ella el 60 % de los empleados.
El sector que presenta un grado mayor de madurez digital es el de las telecomunicaciones e Internet. Le siguen el sector del turismo y los servicios financieros. Estos sectores más digitalizados afirman disponer de los medios suficientes para desarrollar esta estrategia digital. Pero en el caso de la Industria, la energía o las farmacéuticas y salud, más de la mitad de las empresas manifiestan no contar con los medios suficientes para llevarlo a cabo.
La conclusión del informe es que para impulsar la digitalización es necesario la coordinación de iniciativas; la colaboración público-privada; el fomento de la I+D+i y el convencimiento de que es una necesidad para ser más competitivo
Puede consultar el informe completo en este enlace.