En estos últimos años, a menudo se escucha hablar de big data, habiéndose convertido éste en uno de los conceptos de moda en el mundo informático. El big data es un nuevo recurso con el que las empresas pueden diseñar estrategias más personalizadas y reales, convirtiendo la gran cantidad de datos que tienen a su disposición, en información valiosa en todos los niveles.
Ventajas y riesgos
Al tratar con un concepto nuevo, se han generado opiniones contrapuestas a favor y en contra del mismo. Cuando las empresas utilizan tecnologías de Big Data, son capaces de producir información que les permite entender las tendencias, necesidades y deseos de sus clientes. El fin último es ayudar a estos clientes a ofrecer servicios o productos más específicos y personalizados, permitiéndoles, además, agilizar la toma de decisiones basándose en información real. Como consecuencia de la mejora en la eficiencia para realizar cambios, se consigue una reducción de los costes de producción y del tiempo invertido. Esta habilidad en los movimientos de las organizaciones resulta muy atractiva para los clientes: de forma ágil y eficiente, sus necesidades y deseos quedan cubiertos o incluso sobrepasados.
En el lado opuesto, los retos a los que se enfrentan las organizaciones que apuestan por esta tecnología se resumen en cinco factores conocidos como “Las 5 V”: Volumen de los datos, Variedad de las fuentes de información, Velocidad necesaria para procesar los datos, Veracidad (ya que no todos los datos son información y tendrán que ser descartados), y Valor del dato, siendo este último el que garantizará el futuro de la información obtenida.
Smart cities, el primer paso en Internet de las Cosas
Hoy en día prácticamente cualquier dispositivo se convierte en una fuente generadora de datos. Se prevé que el número de dispositivos que se conectarán a Internet pasará, de los 13.000 millones actuales, a los 50.000 millones en 2020.
La interconexión digital de estos dispositivos, como los teléfonos móviles o los coches, entre otros, es lo que se conoce por Internet de las Cosas (IoT).
Un gran paso en la dirección de IoT que cada vez está más presente, es el nacimiento de las denominadas smart cities, donde se está explotando esta tecnología para utilizar los recursos de forma más eficiente, ofrecer nuevos servicios a los ciudadanos, y conocer las necesidades de sus habitantes.
En este sentido, cada vez más ciudades están empezando a utilizar sensores que informan sobre el tiempo, la luminosidad, la contaminación o el tráfico para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
¿Cómo de importante es la seguridad?
Para llevar a cabo cualquier proyecto de big data, la seguridad juega un papel fundamental, tanto a nivel de protección de datos individual como en lo referente a protección de vulnerabilidades, ataques de los sistemas o pérdida de datos.
Toda empresa que lidere un proyecto de big data, no debe olvidar invertir en seguridad, sobre todo, en función de lo valiosos, sensibles o críticos que puedan ser sus datos. Es de vital importancia asegurar la máxima protección de la información, teniendo presente el valor que representa, y los daños que podrían sufrirse en la organización de producirse un ataque.
¿Qué nos depara el futuro?
Big data es ya una realidad, y numerosas empresas han apostado por ello, abriendo nuevas líneas de negocio de big data, Internet of Things, business Analytics, business intelligence o business management para posicionarse, en el que, sin duda alguna es, un negocio de futuro.
Fátima Simón Luis, IT senior consultant & big data + IoT solutions architecture de Einzelnet